Esta es la multa que tendría que pagar el novio de la muñeca de trapo por pedir la atención de una ambulancia

Cristian Montenegro, que se ha hecho viral por la familia de trapo que presume en las redes, tendría graves consecuencias por hacer uso de un servicio tan vital para la supuesta enfermedad de la muñeca

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Cristian Montenegro, que se ha
Cristian Montenegro, que se ha hecho viral por la familia de trapo que presume en las redes, tendría graves consecuencias por hacer uso de un servicio tan vital para la supuesta enfermedad de la muñeca.

Cristian Montenegro, conocido en las redes sociales por presumir a su particular “familia”, tendría que pagar una importante multa por haber hecho uso de los servicios de una ambulancia para la atención de la muñeca de trapo, que dice es su novia.

Desde hace varias semanas este bogotano de 28 años ha estado en el mira de la opinión pública por el contenido que sube a redes sociales, en el que muestra a su familia: varios muñecos de trapo de tamaño real que él mismo habría confeccionado.

El contenido de Montenegro ha generado distintas reacciones. Aunque las bromas se han hecho presentes en las plataformas digitales, la mayoría de comentarios son de rechazo pero sobre todo preocupación por el actuar del bogotano, que aparentemente se toma muy en serio a su “familia” de trapo.

Precisamente esa actitud, que para la mayoría resulta extraña, llevó a que el novio de la muñeca de trapo solicitara un servicio de ambulancia para que la atendieran pues “estaba enferma”. Ese hecho despertó la indignación de la ciudadanía, pero además llevó a que las autoridades intervinieran.

La Secretaría de Salud Distrital anunció que, luego de estudiar este caso, se estableció que la ambulancia no pertenece al Distrito; sin embargo, el llamado de emergencia y uso de este servicio sin justificación podría acarrearle una importante sanción económica a Montenegro.

De acuerdo con la ley 2197 del 2022, del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, el mal uso de los servicios de emergencia podría ser sancionado con una multa de 16 salarios mínimos diarios vigentes, que equivale a más de 600 mil pesos.

El abogado penalista, Francisco Bernate, comentó en CityTv que el uso indebido de las líneas de emergencia es una falta grave que afecta la convivencia, por lo que este comportamiento efectivamente sería sancionado por parte de las autoridades.

“El empleo indebido de líneas de emergencia es un atentado contra la convivencia ciudadana y es un hecho muy grave. En eventos como este es procedente la apertura de un proceso contravencional”, dijo el penalista en la entrevista.

Paramédicos le siguieron el juego a Cristian Montenegro y atendieron a la muñeca de trapo

Este hecho que ha despertado la indignación, pero también preocupación de la ciudadanía, quedó registrado en un video que se viralizó en las redes sociales.

En la grabación que se subió a una cuenta de TikTok es posible observar que dos paramédicos atienden a la muñeca de trapo al interior de una ambulancia.

En el video se escucha a una persona, posiblemente uno de los paramédicos, preguntándole a Montenegro cuál fue el motivo por el que solicitó el servicio para “Natalia”, como llama a su muñeca de trapo. El bogotano respondió que a su novia le dolía la cabeza y tenía “mareos”.

“De todas maneras yo los llamé porque no quiero que se me muera”, dijo Montenegro con cara de angustia, a lo que él paramédico le pregunta: “¿quiere que esté pendiente de ella?”, la respuesta del joven fue positiva.

Indignación por video de paramédicos atendiendo a Natalia Ortiz, la muñeca de trapo

Entre risas los paramédicos siguieron el juego todo el tiempo. En el clip se les observaba tomándole los signos vitales y atendiendo a la muñeca de trapo como si tratara de una mujer de carne y hueso.

Luis Barragán, sociólogo de la Universidad Manuela Beltrán, le dijo al diario El Tiempo que para Cristian la muñeca de trapo, que es su novia, es capaz de sentir y de dar amor. Así mismo, tiene la posibilidad de enfermarse y necesitar atención médica, como una persona. Además, el sociólogo que este tipo de comportamientos no se considera como una enfermedad mental.

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