El Gobierno de Gustavo Petro presentó hace tres semanas el proyecto de reforma pensional con el cual se busca, entre otras cosas, que Colpensiones sea el mayor recaudador de pensiones en el país y no las administradoras privadas de fondos de pensiones.
Dicho proyecto de ley es una de las nuevas polémicas del actual Gobierno, ya que dichos fondos privados no están de acuerdo con el manejo que se le quiere dar al sistema. Incluso, el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, se quejó de que al gremio no lo dejaron participar en las reuniones de concertación del proyecto de ley.
Por otro lado, el expresidente Álvaro Uribe Vélez afirmó de manera reciente que con este “habrá más dinero en el presente, pero más deuda futura”, a lo que el presidente Gustavo Petro respondió que “el sistema que proponemos será sostenible”.
Lo bueno y lo malo de la reforma pensional
Ante tantos mensajes a favor y en contra sobre la reforma pensional, Infobae Colombia consultó al abogado y economista Johan Mauricio Caldas, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, quien dio detalles de lo bueno y lo no tan bueno de la iniciativa.
Según él, lo bueno de este proyecto de ley es sin duda que el Gobierno busque la posibilidad de encontrar alternativas al sistema actual pensional, que es un sistema que con el devenir del tiempo será más insostenible, sobre todo, por la incapacidad financiera de mantenerlos tal y como está actualmente.
Caldas aseguró que uno de los énfasis que tiene el proyecto presentado por el Gobierno justamente está en dar solución financiera para que el sistema tenga una mejor estabilidad con el paso del tiempo.
Sin embargo, advirtió que uno de los grandes problemas que atraviesa esta discusión será el de los fondos privados, no sólo por la posibilidad o no de las personas para escoger a cuál fondo dirigir sus abonos pensionales, sino porque el capital que manejan los fondos pensionales es muy alto y, entre otras, soporta al mercado público de valores.
“En este sentido, una actuación del Gobierno que no permita el debate democrático, que no dé seguridad de los mercados y estabilidad, justamente al mercado público de valores, puede tener efectos enormes para las finanzas del país y para la capitalización en los fondos en el mercado público de valores y eso sin duda es una problemática enorme de estabilidad macroeconómica del país”, subrayó.
Pasivo pensional
En cuanto al pasivo pensional, el cual según Anif (Asociación Nacional de Instituciones Financieras) sería de 230% a 250% del Producto Interno Bruto (PIB), pero que el Ministerio de Hacienda informó que no es así porque en el estudio no se incluyeron algunos ajustes, el abogado y economista planteó que aunque hay divergencia los dos están de acuerdo y es que el pasivo pensional es billonario y no va a soportar el paso del tiempo.
Recordó que hace poco en Francia, un país europeo que tiene una capacidad económica muchísimas veces mayor a la colombiana, cambiaron y se subió la edad de pensión, justamente por un problema similar.
“No estoy diciendo que se va a cambiar la edad de pensión, eso ya lo definirán los los técnicos, pero sí creo que debe haber un cambio estructural en el sistema pensional. Ahora, ¿Cómo darse ese cambio estructural, solo manteniendo fondos públicos, manteniendo el sistema mixto, generando más predicciones entre el público y el privado? Esa es la pregunta de fondo”, insistió.
Con respecto al cuestionamiento, dijo que se debe hacer porque hay que premiar también la libertad de las personas de poder escoger libremente entre un fondo y otro, pero además de eso los fondos privados de pensiones son un agente fundamental dentro del mercado público valores de Colombia y es eso no se puede desconocer. Es una variable a considerar toda vez que esos billones que tienen justamente de las personas que hacen parte de estos fondos son usados para inversiones en el mercado público de valores.
Flujo de caja del Gobierno
El profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana también cree que el Gobierno ahora mismo piensa en ganar flujo de caja, pero pareciera ser que no piensa tanto en los efectos que tendrá a largo plazo que este proyecto de ley pondera y, entonces, es necesario prever no sólo los efectos jurídicos actuales, sino también los que va a tener un proyecto de esta magnitud con el pasar de 10, 20 o 30 años.
A su vez, señaló que uno de los grandes desafíos que tiene esta este proyecto de ley es que no soluciona aún el problema de estabilidad financiera del sistema pensional, ya que el Gobierno tiene que sacar más de $30 billones anuales para cubrir el déficit fiscal que generan las pensiones y muy seguramente esto aumentará con el nuevo proyecto propone que el 90% de los empleados deben cotizar a Colpensiones, y si bien es cierto que van a llegar más ingresos, ni siquiera se alcanzaría a cubrir con los costos fiscales que hoy mantiene el sistema de pensiones frente al Estado.
“Entre más personas deba el Estado asegurar el pago de la pensión, pues tendrá que desembolsar cada vez mayores recursos, lo que es uno de los grandes temores”, agregó Johan Mauricio Caldas.
Señaló que el otro temor enorme sobre el proyecto es acerca de qué va a pasar con el dinero que está en la actualidad en los fondos privados, si ese dinero va a ser guardado bajo la misma naturaleza que hoy se tiene, si va a ser confiscado, si va a ser apropiado por el Estado, lo cual supone no solo un gran debate económico, sino jurídico e, incluso, una amenaza de inconstitucionalidad.