Aunque durante años anteriores se ha solicitado el no uso de la palma de cera e incluso se prohibió en la capital debido a la reducción importante de ella en la naturaleza, lo cierto es que persiste su comercialización, principalmente, en épocas como Semana Santa durante el Domingo de Ramos.
Allí, los feligreses adquieren el ramo elaborado de palma de cera el primer día de la celebración que supone la Semana Santa, momento en el que se realiza el homenaje de ingreso a Jesús en un burro a Jerusalén. Las palmas, según la fe cristiana y católica, se usaron como acompañantes del gran júbilo expresado por quienes lo aclamaban.
Sin embargo, hoy hace parte de la celebración y se sigue adquiriendo en las puertas de las Iglesias con el fin de obtener la bendición sacerdotal que se llevará a casa, no solo durante el inicio, sino a lo largo de la Semana Santa, como parte del conjunto de rituales para los cristianos y católicos.
Esta práctica, en la actualidad, ha supuesto un peligro inminente para los ecosistemas debido al tráfico de palma de quienes se lucran con la especie. Tal ha sido su explotación que la palma de cera, árbol nacional de Colombia, ha puesto en peligro la vida, también, de especies animales.
Es así que desde la Alcaldía de Bogotá se extiende una vez más el llamado para que la ciudadanía evite la compra de palma de cera, dado que se ha incrementado el peligro para esta especie vegetal y con ello, el riesgo de un desequilibrio de los ecosistemas.
Así lo expresó Carolina Urrutia desde la Secretaría de Ambiente, pues indicó que: “... la palma de cera, nuestro árbol nacional, es el hogar del loro orejiamarillo, una de las especies endémicas del país que está en mayor riesgo de extinción”.
Es por ello que esta entidad en colaboración con la Policía Ambiental y Ecológica continúa los operativos para controlar el ingreso de la especie vegetal a la ciudad. De hecho, como parte de este proceso de conciencia que se plantean las autoridades con los feligreses, se puso en marcha la campaña: “Que en Semana Santa tu promesa sea con la naturaleza”, por la Secretaría de Ambiente de Bogotá.
Cómo reemplazar el uso de palma de cera en la Semana Santa
Una propuesta lanzada por la Secretaría de Ambiente liderada por Urrutia que los feligreses pueden reemplazar la palma de cera con el uso de ameros (de la mazorca), así como otras plantas que no representen un peligro para la biodiversidad del país.
Por otro lado, también proponen que si se usa la palma de cera esta se encuentre viva o bien, será posible reemplazarla con ramos tejidos con palma de areca o robelina, la cual está disponible en viveros, así como ramos de capacho.
Las medidas anunciadas por la Policía
Basados en el impacto ambiental que tiene la extracción y explotación de la palma de cera en fechas clave, como lo es Semana Mayor, las autoridades han anunciado el aumento de controles durante estos días, así como acciones para quienes sean responsables de su comercialización.
Para quienes no sigan la norma se aplicarán entre 5 y 11 años de cárcel, así como multas de hasta 5.000 salarios mínimos mensuales, siguiendo la Ley 1333 de 2009. Estas medidas también serán dirigidas a personas que compren la palma.
De acuerdo con lo expresado por la Policía:
“La Ley 99 de 1993 en su artículo 101 dispone que la Policía Ambiental y de los Recursos Naturales es la encargada de prestar apoyo a las autoridades ambientales, a los entes territoriales y a la comunidad, en la defensa y protección del medio ambiente y los recursos naturales renovables, y en las funciones y acciones de control y vigilancia”.
Es así que, también, desde la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (Asocars), se extiende el llamado para utilizar otros elementos en lugar de la palma de cera.
De hecho, Ramón Leal, director ejecutivo de esta entidad, señaló que se pueden usar flores y pañuelos blancos con el mismo fin, o bien acceder al material vegetal que donan las Corporaciones Autónomas Regionales.
“Es una herramienta que la Constitución entregó a las CAR y que durante 30 años hemos venido aplicando exitosamente, y que en combinación con la educación ambiental, hemos estado cambiando costumbres arraigadas en nuestra cultura tradicional, reconciliándonos con la naturaleza”, expresó Leal.