De acuerdo con el Banco Mundial, entidad que emitió el martes 4 de abril, las proyecciones para América Latina y el Caribe, se anticipa una senda de desaceleración de la economía, fenómeno del cual Colombia no se escapa.
En efecto, específicamente con relación a Colombia, el Banco Mundial calculó un crecimiento de 1,1%, menor al 1,3% de comienzos del año, y proyectó una variación positiva de 2,8% para 2024 y 2025.
“Las peores perspectivas se dan en Chile (-0,7%), Argentina (0%)y Colombia (1,1%), mientras que en el caso de Brasil (0,8%) y México (1,5%) estas se estabilizaron y Perú encabeza la lista con el mayor crecimiento previsto, 2,1%”, precisa el reporte de la entidad.
En este sentido, precisó el Banco Mundial, las proyecciones de crecimiento de esta región para 2023 han ido bajando progresivamente en los últimos seis meses hasta situarse en 1,4%, con un aumento previsto de hasta 2,4% el año entrante.
Entre las razones por las cuales se están presentando estas cifras, el Banco Mundial se refirió a la oleada de quiebras bancarias norteamericanos y europeos, así como la incertidumbre adicional en torno a si los países avanzados moderarán las futuras alzas de las tasas de interés, la probabilidad de una recesión en el G7 y la trayectoria de la inflación futura.
Estas previsiones de crecimiento coinciden con las de otros organismos multilaterales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que estima un crecimiento del PIB para el año 2023 del 1,3%, e incluso las del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es más pesimista, augurando un crecimiento del 1%.
”Las proyecciones de crecimiento de América Latina y el Caribe para 2023 han ido bajando progresivamente en los últimos seis meses. Al mismo tiempo, ha aumentado la varianza en torno a las proyecciones del mercado, lo que representa un aumento de la incertidumbre a escala mundial. La reciente oleada de quiebras bancarias en Estados Unidos y Europa introduce incertidumbre adicional en torno a si los países avanzados moderarán las futuras alzas de las tasas de interés, la probabilidad de una recesión en el G-7 y la trayectoria de la inflación futura”, se lee en el informe oficial
Cuatro factores de desaceleración
De acuerdo con el Banco Mundial hay cuatro razones que explican el comportamiento de crecimiento económico para América Latina este año.
1. Se prevé que las tasas de interés mundiales se mantengan elevadas y sigan creciendo. Y si bien la Reserva Federal de Estados Unidos desaceleró el ritmo de las subas en las tasas de interés, la falta de avances en materia de inflación, junto con sólidos informes de empleo en febrero, hicieron que las expectativas sean de subas adicionales de las tasas.
2. La demanda de los principales destinos de las exportaciones de América Latina sigue siendo débil, dado que el crecimiento en el G7 se ha visto obstaculizado por políticas monetarias contradictorias y shocks energéticos causados por la guerra.
3. Hay incertidumbre a medida que China se recupera tentativamente del confinamiento por covid-19.
4. Cuarto, la escasez de demanda también llevó a un debilitamiento en los precios de las materias primas.
Y hay un factor adicional analizado, que es el de incertidumbre geopolítica. En este sentido, el deseo de acercar las cadenas de suministro y la mayor rentabilidad en el G7 alejan los flujos de capital de muchos países en desarrollo, incluida Latinoamérica, con la excepción notable de México.
“La región en gran medida se ha recuperado de la crisis de la pandemia, pero lamentablemente ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, en un comunicado, quien añadió que los países deben urgentemente acelerar el crecimiento inclusivo, para que todos se beneficien del desarrollo, y esto requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece la integración comercial”.