Congresistas provida respaldaron al general Henry Sanabria, director de la Policía: “¿En qué momento se convirtió en un crimen dar cuenta de la fe?”

Un significativo número de congresistas del Partido Conservador, Centro Democrático y Colombia Justa y Libre enviaron una carta al presidente Gustavo Petro en la que le solicitan respecto por el general Henry Sanabria, director de la Policía Nacional que fue duramente criticado la semana pasada por parte de varios sectores políticos y sociales por sus declaraciones en entrevista con un medio nacional.

Durante una extensa conversación con la Revista Semana el general se refirió a los uniformados que están infectados al interior de la institución con VIH, al uso del condón como método de anticoncepción, y el uso de exorcismos contra marchantes en la nación. Desde distintos bandos se generó controversia por la postura del máximo dirigente de la Policía Nacional.

Por ello tras varios días de acusaciones integrantes de partidos que defienden la vida, la familia y la libertad le mostraron a Sanabria su apoyo por medio de un escrito en el que argumentan que el funcionario cumple a cabalidad con sus responsabilidades constitucionales, y afirman que sus convicciones religiosas no afectan en sus labores, por el contrario, durante el escrito se refieren a la censura de libertad a la hora de comunicar su fé.

La correspondencia inicia con preguntas puntuales: ¿En qué momento se convirtió en un crimen dar cuenta de la fé? ¿Acaso el mismo preámbulo de la Constitución no invoca la protección de Dios?.

Los interrogantes anteriores tomando como base la Constitución Política Colombiana en el artículo 18, donde se menciona que: “NADIE será molestado por razón de sus convicciones o creencias”, y el artículo 19 según el cual “TODA PERSONA tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”.

Según los partidos firmantes es importante tener en cuenta que la fé y las creencias personales no pueden quitar de cada ser humano, por lo que mencionan que sería negativo cuestionar que alguien, por ostentar una dignidad o cargo público, deba apagar o silenciar aquello que es de la esencia del ser humano.

También mencionan que el presidente ha declarado que no perseguirá a nadie ‘por sus creencias’, sin embargo refieren que en el caso puntual del general Sanabria ‘sí lo está haciendo’.

En la carta las entidades de interés público exaltan los principios y valores de Sanabria,‘’que se extrañan en varios dirigentes de Colombia y del mundo, seguramente han engrandecido el servicio policial, pues, después de todo, la fe da belleza y nobleza’'.

Concluyen el comunicado entregando cifras sobre la población colombiana que se identifica como creyente alcanzando un 98,5% en el territorio nacional, por lo que solicitaron al mandatario de los colombianos no caer en acciones que pueden significar una persecución religiosa que, lejos de servirle a la patria, pueda destruirla.

Durante la entrevista del general Sanabria dio cuenta que de los 160 mil policías de la institución, al menos 12 mil son portadores del virus. Asimismo, mencionó que está en desacuerdo con el uso del condón como método anticonceptivo, porque cree que este es un método abortivo sobre todo entre parejas casadas por la Iglesia, “porque una de las promesas matrimoniales es aceptar los hijos que Dios te mandará”.

Otro de los comentarios que generó rechazo por parte de varias figuras en el país se relacionó con los exorcismos al interior de la Policía, el general puso como ejemplo una protesta en la que 2.000 o 3.000 personas pasaron frente a casi una decena de policías, entre los que se encontraba él.

Durante el relato Sanabria comentó que llegó al lugar para apoyar a los uniformados junto con un mayor, una patrullera y un patrullero, en total eran diez integrantes, cuando los jóvenes que integraban la primera línea pasaron frente a ellos, unos 34 aproximadamente, sacó su crucifijo y se los puso encima.

Otro de los hechos que confrontó al general según mencionó en diálogo con Revista Semana fue un caso en el que perseguían a una banda delincuencial, uno de los sospechosos fue apuñalado y arrojado desde un vehículo que estaba en movimiento. Mencionó que prefirieron ayudar a la persona herida que continuar con la persecución, le tomaron el pulso, pero en el momento ya estaba muerto.

Al momento de realizar la inspección del cadáver “el cuerpo empezó a arrastrarse. Eso fue sobrenatural. Un agente, de esos antiguos de Medellín, me dijo: ‘No, mi teniente, espere y verá’”. El director Sanabria comentó que su compañero comenzó a buscar en el cuerpo un elemento relacionado con estos extraños movimientos: “Efectivamente tenía enrollado un amuleto, se lo cortó y ahí murió”.