A pesar de haber cambiado su director –de Jorge Alberto Contreras a el capitán del INPEC Eleasid Durán Sánchez– la cárcel de Palogordo, a unos 40 minutos del casco municipal de Girón (Santander), sigue siendo noticia por cuenta de la –aparente– falta de control al interior de sus instalaciones.
Y es que, a tan solo unos días de conocerse el video-amenaza, publicado por el ‘Negro Óber’ –líder de la organización criminal conocida como ‘Los Rastrojos Costeños’– las autoridades carcelarias informaron en la tarde del domingo (2 de abril), que una mujer fue apuñalada al interior del penal, en plena visita conyugal.
Su atacante y expareja sentimental, Ronal Torres Vega (recluso del patio número ocho), fabricó un arma cortopunzante artesanal y, una vez estuvieron a solas, la utilizó para clavársela en el cuello a Yenny Paola Correa Medina.
Sus gritos fueron escuchados por los dragoneantes de INPEC, quienes, en cuestión de segundos llegaron a la celda. Sin embargo, tardaron unos minutos en ayudarla; ya que, tuvieron que convencer a Ronal de no quitarse la vida, con el mismo puñal con el que lastimó a su entonces pareja.
Finalmente, cedió a sus peticiones y fue ahí cuando lograron reducirlo y atender a Yenny Paola, quien fue trasladada de emergencia, en un primer momento a la Clínica de Girón y, posteriormente, al Hospital Universitario de Santander (HUS), al norte de Bucaramanga, “donde fue sometida a un procedimiento quirúrgico (…) de la señora sabemos que está viva, aunque está muy lastimada en su cuello”, reveló Hernando Mantilla, abogado veedor y especialista en temas carcelarios de Santander.
Sobre las 2:00 de la tarde, Yenny ingresó al servicio de urgencias, por heridas múltiples que la han tenido debatiéndose entre la vida y la muerte, en una cama UCI: “Nuestro equipo interdisciplinario brindó atención inmediata y la paciente fue intervenida quirúrgicamente. Después de varias horas de cirugía fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos en delicado estado de salud y con un pronóstico reservado. Como institución prestadora de salud rechazamos todo acto de violencia e invitamos a utilizar las rutas de atención establecidas”, se limitó a informare el HUS.
Mientras, el abogado Mantilla indicó que, aunque delicada, esta es una situación común en los centros penitenciarios del país; sin embargo, según dijo “no tiene nada que ver con los funcionarios del INPEC como tal, aunque, definitivamente, muestra las condiciones al interior (de las cárceles) son cada vez más complejas desde varios puntos de vista”.
El país no invertirá en la construcción de más cárceles
En medio del foro anticorrupción de la Universidad Externado, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, sostuvo que el Gobierno de Gustavo Petro no está interesado en invertir en la construcción de nuevas cárceles en el país. Anuncio que generó opiniones divididas, pero que, desde el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), fue bien recibida.
El jefe de cartera reveló que el Gobierno está más interesado en trabajar en la resocialización de las personas que hayan cometido delitos que en crear más lugares para privarlos de su libertad.
Una idea, bajo la cual, se plantea un viro de la política carcelaria de la administración anterior “Este gobierno no quiere gastar un sólo peso en construcción de nuevas cárceles, no es prioritario construir nuevas cárceles. Queremos sí, disminuir el hacinamiento y tenemos que pensar en alguna forma para disminuir el número de personas en las cárceles”, recalcó.
Al respecto, Óscar Robayo, vocero de los guardianes del Inpec comentó en entrevista para Noticias Caracol: “celebramos este tipo de declaraciones de un ministro que propone la excarcelación de delitos menores, que son los que han generado más hacinamiento carcelario en Colombia”.