Había un señor en un velorio en Lorica y le dice a otro: “Pello, te noto como tristón”. Pello respondió: “Estoy aburrido de este país, yo quiero irme para un país lejos, que se hable distinto, se coma distinto y se baile distinto”.
Le vuelven a preguntar: ¿Como para dónde Pello? Pello volvió a responder: Como para Sincelejo.
Le preguntan de nuevo: ¿Sincelejo?, esa es la misma vaina. Finaliza Pello: ¿La misma vaina? pa’ fregarte, allá le echan tomate al mote de queso, o sea, se come distinto.
El memorable cuento lo dio a conocer el fallecido escritor cordobés David Sánchez Juliao en una de sus memorables conferencias en Montelíbano (Córdoba). Lo hizo para mostrar ejemplos sobre las vicisitudes del Caribe colombiano y uno de los platos típicos de la región.
Plato que se hace en la Sabana de Córdoba y Sucre, pero también en el Sinú y el San Jorge y que en Semana Santa toma fuerza para no caer en el pecado de comer carne roja en estos días en los que se celebra la muerte y resurrección de Jesús, hijo de Dios.
Este es un plato cuya base es el ñame, que caracteriza mucho al mote de queso. El ñame es un tubérculo que procede de África, ya que llegó a Sucre y Córdoba por las migraciones africanas, quienes fueron sometidas a esclavitud al llegar a América.
Otro ingrediente es el ajo, que es de origen asiático. También está el queso, cuya base es la ganadería que no existía para los antepasados americanos. Este es de origen europeo.
Así las cosas, cuando se está frente a un plato de mote de queso está frente a cuatro continentes: Europa, Asia y África y se prepara en el Caribe colombiano, que es el origen del nuevo mundo, de América.
Plato de cuatro continentes
Infobae Colombia habló con el escritor sanjorgense Ensuncho de la Bárcena, comunicador social son máster en Escritura. Explicó que es un plato tetracontinental, ya que la sazón es colombiana, de abuelas, de bisabuelas, que son las que lo prepararon y se quedó en la impronta de la mesa del Caribe y la distingue de cualquier otra cocina.
Dice De la Bárcena que saber dónde lo cocinan mejor es una eterna discusión deliciosa.
Explicó que en el Sinú se hace con bleo de chupa, en la Sabana se le aplica tomate, en algunos lados del San Jorge se le aplica berenjena, unas góticas de limón, unas góticas de suero, pero la base que une a esta región es que la base es ñame, ajo, cebolla, queso y por supuesto agua.
“Cada particularidad es la mejor, pero la discusión depende de las tradiciones y de la costumbre de cada casa. Hay algunas casas donde les aplican tomate y en otras no le aplican tomate, sino berenjena o bleo, entonces eso es muy al gusto de cada quien y todas las variedades son respetables”, afirmó De la Bárcena.
Subrayó que los Viernes de Cuaresma siempre está la dieta de no comer carne roja, lo cual es una costumbre de católica ancestral y ahí es donde más entra en escena el mote de queso, hasta los días santos, lo que quiere decir que este es su periodo de esplendor en el año.
El mismo se conoce más que todo para el Caribe. En otras regiones se conoce gracias a que gente del Caribe tiene restaurantes en la zona Andina o en los Llanos o en el Pacífico o por la gente de otras regiones que llegan de visita.
Ensuncho de la Bárcena también recordó una hipótesis relacionada con la Guerra de los Mil Días y el mote de queso.
“El mote de queso llegó para quedarse. Hay una teoría, una hipótesis, de que su origen tiene que ver con la Guerra de los Mil Días y la llegada de los pelotones de Rafael Uribe a Corozal. Se dice que llegó un batallón de soldados de Uribe Uribe y tenían una escasez de alimentos, entonces empezaron a hacer esta sopa de ñame. Como hubo tal escasez, esto llevó a ser la salvación para ese pelotón para ese batallón y empezaron a hacer esa sopa de ñame”, dijo el escritor sobre una hipótesis que se maneja.
Destaca que es uno de los sellos de identidad del Caribe y con todas las variedades que tiene ya pasó a larga vida.
“Mote de queso, si no te acabaras”
El escritor aseguró que hay varios cuentos y chistes sobre el mote de queso. Uno muy popular es el ocurrido hace décadas en San Marcos (Sucre).
Es el siguiente:
Había un hombre que vivía en un hotel en San Marcos en el Hotel Real, que era de una señora llamada Emperatriz Guerra. Tenía ahí gente pensionada que le pagaban por meses.
Una vez un inquilino dejó de pagarle un tiempo considerable y ella ya estaba harta del inquilino y quiso salir de él. La manera con la que intentó hacerlo es que solamente le ponía mote de queso todos los días en el desayuno, en el almuerzo y en la cena.
Cuando ya llevaba cinco días, el hombre no se quejaba y la señora Emperatriz le preguntó si no estaba cansado del mote de queso. El tipo respondió: “si yo fui criado con mote de queso. Mote de queso, si no te acabaras”.