El relato de la tiktoker que tuvo una experiencia aterradora mientras grababa en Armero

Mientras hacía un video blog, escuchó como la llamaban del interior de una bóveda

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Armero, la ciudad que en noviembre de 1985 fue sepultada por una avalancha de lodo y ceniza luego de que el Nevado del Ruíz hiciera erupción, se ha convertido en un imán turístico para los amantes de los fenómenos sobrenaturales y los desastres naturales.

Las ruinas de lo que alguna vez fue un municipio prominente, al norte del departamento del Tolima, invitan a hablar sobre historia, pero también, sobre las distintas sensaciones que pueden llegar a experimentar sus visitantes.

El segundo es el caso de la creadora de contenido Paola Pineda que, en su canal, relata historias de misterio y eventos paranormales, para sus 444 mil suscriptores.

En una visita a Armero, municipio con más de 29 mil habitantes, que desapareció en cuestión de una noche, Paola decidió grabar un video blog, que ya alcanza el millón y medio de vistas. Sin embargo, no contó con que, durante la filmación, escucharía ruidos extraños, al caminar entre campos abandonados y bóvedas antiguas.

“¡Me asustaron! ¡Sentía que el corazón se me iba a salir!”, se lee en la descripción de un corto que subió en sus redes. Y es que, de acuerdo con su relato, al acercarse a una pequeña construcción escuchó ruidos que provenían de su interior, entre ellos un leve, pero espeluznante “pst, pst”.

“Estaba hablando de la bóveda que quedó en pie (…) escuché que algo se cayó dentro de la bóveda (…) escuché que me llaman con un sonido desde adentro (…) cuando miré, vi una sombra pasar muy rápido (…) si lo ignoro, no me asusta –pensó– (…) sentí que alguien se me vino encima, lo vi pasar rápido (…)”, se lee en los subtítulos, con la escena de fondo.

El susto le duró varios minutos y, aunque, intentó seguir grabando y no prestar atención a las “extrañas señales”, hubo un momento en el que no pudo continuar, así que decidió preguntarles a sus seguidores, con fragmento en mano, si ellos también escucharon o vieron algo fuera de lo común.

En vídeo quedaron captados algunos sonidos, que, según ella, dan cuenta de su encuentro paranormal

Conductor en Medellín asegura haber recogido a una persona sin vida

“Esto que les voy a contar, en serio que me da escalofríos. En serio, si no le cuento esto a alguien, no voy a ser capaz hoy de conducir más”, así comienza el video de Diego, un tiktoker y conductor que, llevado por el susto, decidió contar como unas noches atrás había recogido a un pasajero a eso de las 4:00 a. m. ¿El problema? Según Diego, se trataba del fantasma de un joven que se había suicidado hace poco.

El 23 de marzo, Diego recibió un mensaje de WhatsApp que decía: «hey, Diego, ¿me vas a hacer una carrera?». Confirmó la dirección: barrio Laureles (Medellín) y emprendió su camino. El joven, del que no reveló su nombre por petición de la familia, se subió al carro, junto a Diego, quien lo notó algo desanimado.

«¿Para dónde vamos?», le preguntó Diego y, el joven, recostando la cabeza en la silla, rompió a llorar y le dijo que dieran una vuelta por ahí, «yo le pago lo que sea, es que estoy muy aburrido». A lo que él le propuso una ruta, pero el joven prefirió “irle indicando”.

Entonces comenzó a contarle, que andaba peleado con su novia y que le estaba yendo mal en la universidad, que tenía muchos problemas, en general, y que no sabía qué hacer.

Diego intentó animarlo: «No, pero vos estás superjoven, tenés todavía mucho que hacer, lo que tenés es que ponerte juicioso, a ser juicioso, ¿no? Ordená tus cosas, pónete disciplinado con la universidad». Mientras, su pasajero escuchaba.

— ¿Sabe qué? Vamos donde mi novia. Vamos a ver si de pronto está despierta y yo arreglo las cosas de una vez con ella

— ¿Y dónde vive su novia?

La novia, según cuenta Diego, vivía “como yendo para el barrio Antioquia”, así que para allá cogieron, pero, una vez llegaron las luces estaban apagadas.

«No. Ahí todavía deben de estar durmiendo. Yo más bien no voy a molestar. Dejémoslos que duerman», le dijo el joven. «Es que sí, es que son las cuatro y media de la mañana, huevón, pues», le contestó.

Así que le pidió que regresaran a su casa, pero que antes pararan en una farmacia. Llegaron y el joven se bajó: «Yo veía que ese pelao no salía. Y no salía», cuenta Diego, quien se bajó del carro y fue a preguntar qué había pasado.

“Entré a la farmacia y la señora de la farmacia me miró como «¿qué pasa?» y yo le dije, no lo que pasa es que entró un muchacho, yo lo venía transportando y, pues, no lo veo. Esa señora me miró como un culo y me dijo «oiga este, ¿a esta hora? No ha entrao’ nadie. Usted es el único que entra».

Para evitar entrar en una discusión, decidió salir y dar una vuelta a ver si encontraba al muchacho, pero no se veía a nadie, entonces decidió llamar al número que estaba registrado en la aplicación, pero, esta vez, contestó una mujer.

Diego le explicó la situación y su periplo entre los barrios Laureles y Antioquia con su misterioso pasajero. Y la mujer, incrédula, le envió una fotografía por WhatsApp para ver si estaban hablando de la misma persona. En efecto. Sí era. Pero, de acuerdo con la voz al otro lado del teléfono, se trataba de su hermano, quién había muerto unos días atrás.

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