“Esto que les voy a contar, en serio que me da escalofríos. En serio, si no le cuento esto a alguien, no voy a ser capaz hoy de conducir más”, así comienza el video de Diego, un tiktoker y conductor, en el que contó que, hace unas noches, recogió a un pasajero a eso de las 4:00 a. m. ¿El problema? Según Diego, su madrugador pasajero era el fantasma de un joven que se había suicidado hace pocos días.
Todo comenzó el 23 de marzo, cuando a Diego le llegó un mensaje a WhatsApp que decía: «hey, Diego, ¿me vas a hacer una carrera?». Confirmó la dirección: barrio Laureles (Medellín) y emprendió camino. El joven, del que no reveló el nombre por petición de la familia, se subió al carro, junto a Diego, que se dio cuenta de que su pasajero estaba desanimado.
«¿Para dónde vamos?», le preguntó Diego y, el joven, recostando la cabeza en la silla, rompió a llorar y le dijo que dieran una vuelta por ahí, «yo le pago lo que sea, es que estoy muy aburrido», le dijo a Diego, que le propuso que por dónde, que si por el parque de Laureles, pero el joven le dijo que no, que él le iba diciendo por dónde.
Entonces comenzó a contarle, a Diego, que tenía problemas con su novia y que le estaba yendo mal en la universidad, que tenía muchos problemas y que no sabía qué hacer, pues se había ido de la casa de sus papás para vivir con su novia, pero que las cosas no habían salido bien.
Diego intentó animarlo: «No, pero vos estás superjoven, tenés todavía mucho que hacer, lo que tenés es que ponerte juicioso, a ser juicioso, ¿no? Ordená tus cosas, pónete disciplinado con la universidad». El pasajero, cuenta Diego, solo lo escuchaba y lo miraba.
— ¿Sabe qué? Vamos donde mi novia. Vamos a ver si de pronto está despierta y yo arreglo las cosas de una vez con ella
— ¿Y dónde vive su novia?
La novia del pasajero vivía, según cuenta Diego, “como yendo para el barrio Antioquia”, y hacia allá cogieron camino. Al rato, pararon frente a una casa que tenía las luces apagadas.
«No. Ahí todavía deben de estar durmiendo. Yo más bien no voy a molestar. Dejémoslos que duerman», le dijo a Diego su pasajero. «Es que sí, es que son las cuatro y media de la mañana, huevón, pues», le dijo Diego al pasajero.
El joven, que según cuenta Diego, tenía los ojos “todos llevados de llorar”, le dijo al conductor que lo llevara de nuevo a su casa, por allá en el barrio Laureles, «pero paremos en una farmacia, por favor», le dijo a Diego.
Ya de regreso a Laureles, Diego cuenta que paró en una farmacia que quedaba ya casi llegando. Allí el joven se bajó y entró a la droguería. «Yo veía que ese pelao no salía. Y no salía», cuenta Diego, que se bajó del carro y fue a la farmacia a ver qué había pasado con su pasajero, a ver si se le había volado sin pagarle la carrera.
“Entré a la farmacia y la señora de la farmacia me miró como «¿qué pasa?» y yo le dije, no lo que pasa es que entró un muchacho, yo lo venía transportando y, pues, no lo veo. Esa señora me miró como un culo y me dijo «oiga este, ¿a esta hora? No ha entrao’ nadie. Usted es el único que entra», dice Diego que le dijo la señora en el video que publicó en TikTok.
Diego que evitó enfrascase en una discusión con la señora de la farmacia de sí efectivamente el muchacho había entrado, o no, a la droguería, decidió salir y dar una vuelta a ver si encontraba a su fugado pasajero.
Como no lo vio, Diego volvió a llamar al número desde el que le habían solicitado la carrera, solo que esta vez fue una mujer la que le contestó. Diego le explicó la situación y su periplo entre los barrios Laureles y Antioquia con su misterioso pasajero.
La mujer, que no le creía, le envió una fotografía a Diego por WhatsApp para confirmar que hablaban de la misma persona. La mujer era la hermana del misterioso pasajero, que según le contó a Diego había muerto hacía unos pocos días.
Diego había estado conversando, dándole consejos y animando a un supuesto fantasma.
A continuación, la historia en la voz de Diego. En el video, cuenta nuevos datos y cosas extrañas que le han seguido pasando.