Manuel Teodoro narró la extraña experiencia que vivió el día que casi muere

El presentador recordó que estuvo a punto de fallecer por un infarto y atravesó por momentos que calificó como “inexplicables”

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El comunicador afirma que, por
El comunicador afirma que, por minutos, estuvo a punto de perder la vida | Foto: Instagram @manuelteodorober

Manuel Teodoro es uno de los periodistas más famosos de Colombia, entre otras cosas, por ser director del programa de investigación ‘Séptimo día’. De hecho, el 28 de marzo volvió a ser noticia, y esta vez por cuestiones ajenas a su labor, pues habló del día en que estuvo a punto de morir por un infarto.

Resulta que el comunicador estaba un día en las instalaciones de Caracol Televisión, cuando comenzó a padecer de un inusual dolor de estómago. Además, en su brazo izquierdo sentía una parálisis que aumentaba conforme pasaba el tiempo.

Fue entonces cuando reaccionó y llegó a la enfermería del canal, donde le dijeron que debía ser trasladado de urgencia a un hospital, debido a que tenía claros síntomas de un ataque cardiaco que, minutos más tarde, se produjo.

“Fue un infarto casi fulminante porque estuve al borde de la muerte. Según el doctor Bernal, médico de la Fundación Santafe de Bogotá, si hubiera llegado cinco o diez minutos después pude no haber sobrevivido (...) Ese día tenía la presión bajita”, expresó Manuel Teodoro en una charla con el programa de entretenimiento ‘Lo sé todo’.
"Quisiera creer que fui al
"Quisiera creer que fui al cielo", dijo a 'Lo sé todo' | Foto: Instagram @manuelteodorober

No obstante, en su relato con el magacín del Canal 1, el hombre nacido en Estados Unidos aseguró que, de camino al centro médico, experimentó un suceso que calificó como “inexplicable”.

“Cuando iba hacia el hospital, prácticamente muerto, experimenté una sensación que nunca antes en mi vida había hecho. Era una especie de euforia, la cual se produjo porque sentí que alguien me estaba protegiendo. La sensación era como si una mujer me estuviera abrazando y diciéndome que debía estar tranquilo porque todo iba a estar bien (...) Me acuerdo que me decía en repetidas ocasiones ‘entrégate’, pues yo creo que uno a la muerte no se le quiere entregar tan fácil”, agregó.

Teodoro también recordó que, al mirar por las ventanas del vehículo que lo transportada en aquella ocasión, todo era luz y resplandor. Y aunque no sabe cómo definirlo, este misterioso hecho causó que se volviera creyente en que la muerte es tan solo el paso para llegar a otro lugar.

“El conductor me dice que me llevó hasta urgencias y yo le decía que estuviera tranquilo, que nos íbamos para San Andrés. Seguramente, yo estaba queriendo decir que nos íbamos para el cielo (...) Fue algo muy particular, cada quien lo puede interpretar como desee, pero mi mamá me dice que yo estaba llegando al cielo. Los científicos podrán decir que eran alucinaciones por falta de oxígeno, pero para mí fue algo trascendental. Creo que después de la muerte hay algo magnífico, después de todo esto puede que haya algo bonito para el alma”, concluyó.

La adicción que casi hace perder todo a Manuel Teodoro

El periodista ya había hablado en otro momento con ‘Lo Sé Todo’ y, en aquella entrevista, abrió su corazón y contó los graves problemas de adicción que tuvo con el alcohol, el cual por poco lo lleva a perder su familia y su trabajo.

Según contó esa vez, la adicción a cualquier sustancia es algo que “primero te abraza y luego te puede devorar”. Tal y como le ocurrió con el consumo de licor, que empezó a aumentar desde hace más de 20 años en una “época oscura” de su vida.

“Uno termina utilizando el alcohol como una especie de remedio para sentirse mejor, para no enfrentar traumas, para no sentir angustia … Para simplemente sentirse normal, cuando no te sientes bien porque la angustia o la depresión te azotan”, aseveró Manuel Teodoro.
Teodoro siempre se ha mostrado
Teodoro siempre se ha mostrado orgulloso de haber superado esta etapa de su vida | Foto: Instagram @manuelteodorober

De igual manera, el periodista reconoció que, tras encontrar refugio en las bebidas alcoholicas, se empezó a hundir cada vez más y llegó a tocar fondo en el año 2000, un día en que perdió el conocimiento y también una fuerte suma de dinero.

“No me acuerdo dónde dejé el carro, no me acuerdo cuánta plata gasté o qué perdí. Por fortuna no terminé como muchos, en un cementerio o en la cárcel”, añadió.

Por último, Teodoro contó que acudió a un centro de rehabilitación donde le hicieron entender que el alcoholismo también es una enfermedad.

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