Felipe Rocha Medina, hombre acusado de haber recibido el dinero de cerca de 80 ciudadanos del ‘jet set’ de altos estratos de Bogotá, que decidieron confiarle su dinero bajo la promesa de recibir gruesas ganancias económicas. Entre los aportes que hicieron varían de entre los 25 millones y los 1.500 millones de pesos.
De acuerdo con lo que se conoce sobre el caso, expuso a amigos y conocidos que sus proyectos ganaderos tendrían más rentabilidad si ponían parte de sus dineros en un fondo de compra y venta de ganado gestionado por él. Ser hijo de una familia dedicada a ese sector comercial, y el peso de su nombre dentro de la industria, generó confianza en quienes accedieron a la propuesta.
Este negocio, destacó la revista Semana, surgió luego de que, en 2022, cuando Rocha le propuso a amigos de colegio comprar ganado cebú para engordarlo y luego venderlo. Luego de esto fue cuando nació el supuesto fondo.
En diálogos para el diario El Tiempo, un empresario contó la oferta que ofrecía Rocha: “Prometía rendimientos de entre el 30 e incluso el 40 por ciento porque él ponía la tierra, la veterinaria e insumos. Yo pedí visitar los potreros para ver los novillos que decía comprar, pero lo único que me llegaron fueron videos y unas cuentas que hoy no sabemos de dónde salen”.
Los dineros, de hecho, se consignaron a nombre de la agropecuaria Achury. El apellido Rocha era reconocido por la trayectoria de su familia con Toros Achury Viejo. De hecho, Rocha habría entregado un documento a los inversionistas en el que aseguraba que, en caso de su ausencia, el dinero pasaría a manos de María Francisca Medina, su mamá.
Los empresarios afectados empezaron a ver que Rocha empezó a incumplirles hasta que, en un cumpleaños en el club Mesa de yeguas ubicado en Anapoima, confesó que estaba quebrado. Se desconoce en qué se gastó el dinero.
Inicialmente, los inversionistas alcanzaron a percibir la llegada de intereses a causa de sus aportes, sin embargo, tiempo más tarde, les fue imposible querer retirar dinero cuando lo querían. Según dijeron, cuando lo intentaron, recibieron excusas por parte de la vocería del fondo con las que, al final, terminaron sin tener respuestas positivas. Así mismo, destacan, Rocha desapareció. Dejó de contestar mensajes y llamadas.
“Segmentó a los inversionistas en el grupo con los que hacía los paseos en moto a Anapoima; los del colegio Anglo Colombiano; los del club y los del grupo con los que montaba en bicicleta. A todos nos hacía creer que éramos unos privilegiados por entrar al fondo de Felipe”, comentó uno de los empresarios afectados en una entrevista otorgada al diario El Tiempo sobre el comportamiento del supuesto estafador.
Incluso, se llegó a pensar en la construcción de una fiducia. ”Nos dijeron que allí se consignarían parte de los activos que los Rocha destinarán para cubrir las deudas de Felipe”, señaló uno de los inversionistas. Sin embargo, otras víctimas aseguraron que la administración de una fiducia resultaría muy costoso y que hay otra propuesta.
Hasta Martín Santos habría invertido en la pirámide ganadera
En las últimas horas se conoció que, al parecer, Martín Santos, el hijo del expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, sería uno de los más de 80 inversores que habría sido estafado por Rocha.
La revista Semana logró obtener información de que, entre los nombres de la élite colombiana que habrían invertido en la pirámide de Felipe Rocha, estaría Martín Santos quien le habría dado al joven empresario cerca de 350 millones de pesos.
“Aunque, el nombre de Esteban Santos, el otro hijo del expresidente fue mencionado en las conversaciones de restaurantes y clubes, lo cierto es que su nombre no aparece en la lista de los inversionistas de Rocha, pero sí varios amigos suyos”, escribió la publicación bogotana.
De acuerdo con los detalles obtenidos por el mismo medio, el hijo mayor del expresidente Juan Manuel Santos y Felipe Rocha, al parecer, formaron su vínculo de “amistad” tras conocerse en uno de los muchos eventos sociales a los que los dos asistían.