Colombianas explotadas sexualmente en España fueron liberadas: habían viajado bajo la promesa de obtener un empleo

Antes de salir de Latinoamérica les prometieron trabajo como cocineras, con un salario de 33 euros al día

La Policía –mejor conocida como Guardia Urbana– de Barcelona logró liberar a siete colombianas que eran drogadas y forzadas a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, en una cocina clandestina, ubicada en el municipio de Sabadell, a media hora la capital catalana.

Además, el operativo permitió la captura de cinco sujetos dedicados a la explotación sexual, el tráfico de estupefaciente y el blanqueo de capitales. Dos fueron llevados a prisión, como medida preventiva, y los otros tres quedaron la libertad, aunque, también deberán enfrentar cargos.

Sus víctimas llegaron a España bajo la promesa de obtener un empleo como cocineras, con el que ganarían 33 euros al día y no tendrían que pagar ni alimentación ni hospedaje.

Sin embargo, una vez pisaron territorio ibérico fueron privadas de su libertad en un sótano en el que se veían obligadas a convivir, en condiciones extremas de hacinamiento, al punto en el que todas compartían una misma cama. Debían estar disponibles las 24 horas del día y, seguido, para obligarlas a mantener relaciones sexuales las drogaban y las golpeaban. Todo esto, quedó registrado en cámaras, mismas que utilizaban para vigilarlas.

Con el material probatorio que recabaron (vídeos, cuadernos de contabilidad y agendas) esperan poder judicializar a quienes se encuentran a la cabeza de esta red de explotación sexual, y ayudar a otras 13 mujeres, que fueron identificadas como potenciales víctimas.

Cae red de explotación sexual que traficaba con mujeres colombianas en España

Del 12 de julio al 1 de agosto del 2022, las autoridades españolas realizaron una investigación que tuvo como resultado la caída de una peligrosa red de explotación sexual que funcionaba en aquel país y que tenía como principales víctimas a mujeres colombianas.

De acuerdo con las fuerzas de seguridad del país europeo, sus víctimas eran obligadas a prostituirse en casas ubicadas en la ciudad catalana de Tarragona, luego de ser atraídas a punta de engaños. Les prometía mejores oportunidades de trabajo, pero, una vez en territorio español eran retenidas en contra de su voluntad.

Tras allanar dos viviendas, los uniformados lograron desmantelar el entramado criminal, capturando a tres sospechosos, dos hombres y una mujer y decomisados seis teléfonos celulares, un computador, el pasaporte de una de las víctimas, otros documentos, y 2.130 euros en efectivo.

Quienes alertaron sobre la existencia de este grupo delictivo lo hicieron a través de una llamada al servicio nacional de detección de víctimas de trata. En ella, advirtieron que mujeres extranjeras eran forzadas a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, en plena ciudad.

Inicialmente, se pensaba que las víctimas eran dos, por lo que la Policía inició las acciones necesarias para dar con el paradero de los responsables y, en medio de su investigación, lograron contactarse con ambas y trabajar en conjunto para liberarlas y capturar a sus raptores.

Existía; sin embargo, cierto temor de que los traficantes se enteraran que la policía les seguía el rastro y, a modo de represalia, golpearan o acabaran con la vida de las colombianas.

Aunque, por fortuna, esto nunca sucedió y los detenidos tuvieron que enfrentarse a la justicia, tras ser acusados por los delitos de trata de personas, determinación coactiva a la prostitución y organización criminal. Así como sobre uno de los capturados recae otro crimen, por ir en contra de los derechos de la población extranjera en España.

Mientras, las víctimas pidieron acogerse a la condición de testigo protegido. Desde donde denunciaron que fue un colombiano el que les prometió una excelente vacante de empleo en España, por lo cual decidieron volar hasta Barcelona, a pesar de que, para llegar tuvieron que pedir un gigantesco préstamo, que aún deben pagar.