En la mañana del 10 de marzo, Aida Merlano llegó a Colombia luego de ser deportada desde Venezuela. En medio de las declaraciones que ha entregado a la justicia en lo que respecta a su caso, se conoció, recientemente, que intentó morder a una de las guardas del Inpec de la cárcel El Buen Pastor. La revista Semana expuso en su portal los testimonios que entregó la dragoneante Marly Julieth Andrade ante la directora encargada de la cárcel El Buen Pastor, quien estuvo al tanto del caso de la teniente Yeimy Casallas, la presunta víctima del ataque de Merlano.
“De manera atenta, y siguiendo el conducto regular, me dirijo a su despacho con el fin de informar que el día de hoy, siendo aproximadamente las 14:30 horas, encontrándome de servicio en el Pabellón Nueve, procedo a realizar acompañamiento a la teniente Yeimy Casallas, comandante operativa del establecimiento, quien por orden verbal de la señora subdirectora oficial, y con conocimiento de vigilancia, ingresa al pabellón en compañía de la funcionaria Paola Sarmiento, del área de educativas para probar una memoria USB en el televisor del Pabellón, para la actividad que está programada para el día 28 de marzo del año, en concurso con el Ministerio de Cultura”, se lee en un documento fechado del 24 de marzo y dirigido a la directora encargada del establecimiento en el que ocurrió todo, Myriam Elena Calle.
“Al terminar dicho procedimiento, se retira la funcionaria Paola Sarmiento del pabellón y posteriormente la teniente Yeimy Casallas procede a constatar físicamente a Aida Merlano, quien se encontraba en su respectiva celda. Al ingresar a la celda de Aida Merlano, la teniente le pregunta cómo se encuentra, a lo que Merlano manifiesta que con ‘humedades en la celda’, y se dirige al baño de manera apresurada (...) La teniente procede a mirar el contenido y Merlano se niega. La teniente procede a tomarla, pero Merlano le intenta morder en el antebrazo derecho para que la teniente Casallas soltara la cartuchera”, destacó.
Dentro de la cartuchera, destacaron, encontraron un celular Apple Morado con su cargador. “Al observar dicho comportamiento por parte de Merlano, realicé llamado a la privada de la libertad Eva Carrascal, para que medie la situación y logre controlarla, quien atiende el llamado y toma con sus manos a Aida Merlano y le pide que se controle”, añadió.
En una entrevista con ese medio de comunicación, el abogado Miguel del Río relató que hubo una agresión contra Merlano. “Esa presunta agresión nunca llegó como información a la directora del centro de reclusión; la agresión fue por parte de guardianas del Inpec en contra de Aida Merlano”, dijo.
Según comentó Semana, el equipo de defensa de la excongresista se encuentra en proceso de pedir su traslado hacia el municipio de Malambo, en Atlántico, en una reclusión militar. Esto se realizaría para garantizar su seguridad y para que tenga un acceso cercano a su familia, quienes podrían visitarla con frecuencia.
Es de recordar que Merlano llegó al aeropuerto El Dorado de Bogotá sobre la 1:00 de la tarde del viernes 10 de marzo. Allí la esperaban funcionarios de Migración Colombia y Defensoría del Pueblo. “Quiero darle la cara a la justicia para responder por los delitos que cometí y para defenderme de los delitos que me imputaron injustamente y de los que yo me declaro inocente (...) Voy a seguir dando la batalla hasta demostrar mi inocencia en los montajes de los que fui víctima de un clan en la Costa Caribe”, comentó Merlano ante la prensa nacional.
“Pedirle al presidente Gustavo Petro la seguridad y la integridad de todos los miembros de mi familia que han sido víctimas de amenazas, atentados y de intentos de secuestro. Situaciones que han sido denunciadas y no han tenido eco en la Fiscalía general de la Nación (...) Temo ser víctima de un atentado y esta vez logren su cometido como cuando lo intentaron hacer el día que intentaron asesinarme en una finca luego de ser violada (...) Yo nunca he huido de la justicia, me fui porque mi vida corría riesgo en este país. Y me fui para prepararme, para llevar mis pruebas y para que en ese país Colombia escuchara mi verdad”, puntualizó.
Ella asegura que está dispuesta a exponer el supuesto entramado que existió en el año 2018 en el Atlántico, que se creó para garantizar su elección en el Congreso de la República para esa misma época.
Merlano, en octubre del año 2019, se fugó de la detención de las autoridades colombianas. En aquel momento se encontraba pagando una condena por los delitos concierto para delinquir agravado y corrupción al sufragante en calidad de autora y tenencia ilegal de armas. Merlano aprovechó su salida de la cárcel y una visita al odontólogo para saltar de la ventana del consultorio. Con ayuda de una cuerda, abandonó el centro médico odontológico y se subió a una motocicleta que la ayudó a fugarse.
La excongresista estaba detenida en Venezuela desde enero del año del 2020, luego de entrar a ese país de manera ilegal. En ese año, para el mes de mayo, fue sentenciada a 11 años y cuatro meses de cárcel por compra de votos. En noviembre del 2022, por el otro lado, la Corte la condenó a cinco años y seis meses por el delito de violación de los topes o límites de gastos en campañas electorales.