El alcalde de Bajo Baudó, Hermenegildo González, denunció que “no hay agua potable ni acueducto” en el municipio y alegó que las intoxicaciones de los 30 enfermos más las muertes de los 3 menores se han asociado directamente con la “falta de saneamiento”.
Pues resulta que, desde hace diez días, en el resguardo indígena de Buenavista, Unión Pitalito, ubicado a seis horas del casco urbano del Bajo Baudó varios han muerto, al parecer, por el consumo de agua del río Sigrisua y otros están graves de salud. La policía ya confirmó que está investigando la situación.
González y la Defensoría del Pueblo han advertido al país que la contaminación del agua pone en grave peligro a las comunidades de este municipio.
Alrededor de 30 niños llevan más de una semana enfermos en el resguardo indígena y parece ser que las enfermedades están relacionadas con la contaminación del agua del río Sigrisua, pues al no tener más opción de allí sale el consumo necesario para realizar sus necesidades y tareas diarias.
El alcalde González informó mediante una entrevista con Noticias Caracol, que los problemas de salud de los cuales están padeciendo los menores de la comunidad de Buenavista, en donde viven 1.700 habitantes, al parecer, se deben a la inexistente prevención de contaminación del agua.
Ante el informativo el alcalde explicó que:
“Es una comunidad que todas sus necesidades las está haciendo en el río y de allí mismo utilizan el agua para hacer los quehaceres de su hogar”.
A tan solo tres kilómetros, también reside la comunidad de Puerto Piña que tiene como habitantes alrededor de 700 personas y que al igual que los chocoanos debe sí o sí hacer sus necesidades en el río Sigrisua. González también argumentó que “Este fenómeno es repetitivo”.
“Cada año, en las épocas de verano, los más afectados generalmente son los niños”, insistió, puesto que tienen menos restricciones con lo que hacen y no se preocupan tanto por su salud y bienestar como los adultos. De esta manera los jóvenes se exponen a un riesgo vital que podría costarles la vida o al menos dejarlos hospitalizados.
Los infantes que están enfermos han presentado síntomas tal como diarrea, vómito y fiebre, los cuales se asocian directamente con una falta de desinfección tanto del agua potable como de su origen, el acueducto. En adición a eso, el alcalde también mencionó que la gobernación radicó un proyecto para abordar el problema y así poder evitar más enfermedades y muertes debido a la contaminación del vital elemento.
Las autoridades se pronunciaron sobre el tema y La Secretaría de Salud del Chocó envió a una brigada para atender las necesidades de los niños más afectados en adición a ejecutar una investigación sobre los casos presentados ante esta situación.
El secretario de la entidad, Marco Antonio Londoño, afirmó que es importante “determinar el agente causal y realizar la búsqueda comunitaria e institucional activa de los casos, además de la valoración nutricional de la población objetivo”, según la Alcaldia del Bajo Baudó, la ausencia de un acueducto propio también estaría poniendo en peligro la vida de más de 1.700 indígenas Wounaan.
Para saber en mayor detalle qué puede estar causando las enfermedades de los niños y no especular ante los hechos se prevé que durante este 2023 la Secretaría de Salud del Chocó entregará a la comunidad de Buenavista y al agua del río Sigrisua los resultados de los estudios realizados.