El jefe de la Policía Nacional, el general Henry Sanabria, ha despertado una polémica por una serie de aseveraciones que realizó. Incluso el presidente del Senado, Roy Barreras, lo criticó públicamente a través de sus redes sociales y cuestionó su idoneidad para el cargo.
“Gral. Sanabria es buena persona pero vive en la Edad Media”, reconoció Barreras a través de su cuenta de Twitter, a raíz de unas declaraciones del comandante de la Policía en la revista Semana, en las que hizo una correlación entre los miembros de la institución que viven con VIH y la población LGBTIQ+.
“Discrimina y estigmatiza a la comunidad LGTBI contra evidencia epidemiológica -se protege más del VIH q los promiscuos hetero- además proscribe el condón como “abortivo”. No funciona en una sociedad moderna y progresista”, escribió el presidente del Senado.
Las declaraciones del general Sanabria fueron consideradas estigmatizantes por relacionar los casos de VIH con la población LGBTIQ+ que hace parte de la institución, debido a que el virus no afecta únicamente a esa población. Además, porque las cifras entregadas no se corresponderían con las dichas por el comandante de la institución castrense.
Según la Cuenta de Alto Costo sería alrededor de 5.000 en todos los regímenes de excepción que incluyen a las fuerzas militares, de Policía, Ecopetrol y Magisterio, por lo que la cifra de 12.000 solo en la Policía no se correspondería a la realidad de la prevalencia del virus en la institución.
En general también aseguró que “ese virus lleva a la muerte”, desconociendo que actualmente se trata de una enfermedad crónica que cuenta con tratamiento efectivo para brindar al paciente una vida plena y controlar el virus para evitar que se multiplique y propague en el cuerpo.
La defensa del presidente Gustavo Petro
El general Sanabria fue elegido por el presidente Petro para dirigir la Policía luego de un minucioso estudio de las hojas de vida de la lista de ascensos. Sin embargo, su puesto ha sido cuestionado por las posturas religiosas que rayan con ideas misóginas y discriminatorias. Aun así, el jefe de Estado defendió su libertad personal de culto.
“La discusión tiene que ver con dos temas diferentes. Uno, las creencias religiosas de él o de cualquier persona, que deben ser respetadas. En nuestro país hay libertad de cultos y nosotros hemos dicho que jamás perseguiríamos a nadie por sus creencias”, aseguró el mandatario a medios de comunicación desde Santo Domingo, la capital de la República Dominicana, donde se encuentra actualmente en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.
“Lo otro es la separación que tiene que haber entre un funcionario del Estado y sus creencias. Que la creencia no termine afectando el desarrollo constitucional de una función pública. Nosotros sabemos de la creencia del general, pero lo que intentamos es que esas creencias no afecten las normas. Creo que él ha sido respetuoso”, aseguró el jefe de Estado, quien ejemplificó cómo en la nación se normalizan situaciones como echarse la bendición, por lo que de alguna manera desestimó las críticas contra el general de la Policía Nacional.
“Una cosa es la actitud personal ante cualquier creencia. Por ejemplo, mucha gente se sube al avión y se persignan y eso es propio de la libertad religiosa del país. Otra cosa es cuando en ejercicio de la función pública, una determina creencia religiosa, cualquiera, se coloca por encima de la aplicación de la norma”, agregó.
En el Pacto Histórico varios políticos han rechazado las declaraciones de Sanabria, mientras que otros han respaldado la postura del presidente Petro que defienden sus declaraciones como parte de sus posiciones religiosas, pero alegan que debe separarlas del servicio que presta a la Policía.