La Policía Metropolitana de Bucaramanga descubrió, infraganti, a una pareja que, a la altura de la calle 45, planeaba abandonar a su gata y cuatro de sus crías, con apenas unas horas de nacidas.
De inmediato, los cinco felinos fueron trasladados al Centro de Bienestar Animal, en donde se hospedan, bajo supervisión médica, a la espera de una nueva familia.
“Donde esta pareja no hubiese sido sorprendida por las autoridades lo más probable es que todos los gaticos en un promedio de dos horas hubieran muerto, porque al ser tan de corta edad necesitaban una alimentación de cada dos horas y unas condiciones específicas de temperatura y, en el lugar donde los iban a dejar, allí hubiesen fallecidos esas crías”, indicó el director de Bienestar Animal de Bucaramanga, Alexandra Moncada.
Mientras que, sus antiguos “cuidadores” fueron sancionados, cada uno con 8 millones de pesos, por la Secretaría distrital del Interior; convirtiéndose está en la multa más alta que se ha registrado en Santander, desde que el abandono animal se configuró como un delito en Colombia.
Superando, incluso, la multa que fue impuesta a una mujer, que se vio obligada a pagar 10 millones de pesos, luego de abandonar a su gato, en el parque Los Guayacanes, en el centro de la ciudad.
“En este momento los gaticos se encuentran bien y la mamá está estable y todos los gatos sobrevivieron, les brindamos todos los cuidados y el día de hoy desde la Secretaría del Interior, el inspector Esteban Nicolás Álvarez, impone esta multa de 16 millones de pesos”, concluyó Moncada.
Un refugio con 50 gatos vivos dentro fue incinerado en Santa Marta
Consumidos en medio de un incendio provocado. Así murieron cerca de 50 gatos que dormían en un cambuche que la comunidad construyó para los mininos abandonados. Sus quejidos y las llamas alertaron a la comunidad. Sin embargo, para cuando se presentaron los servicios de emergencia, la mayoría de ellos ya habían muerto.
De acuerdo con una hipótesis preliminar, dos individuos se presentaron en el lugar y rosearon líquido inflamable sobre el refugio, erigido en frente del Polideportivo de Santa Marta (Magdalena). Algunos lograron huir –relatan testigos– pero la gran mayoría perecieron entre el dolor y las llamas.
Videos y fotografías sobre el atroz caso empezaron a circular en redes, a manera de denuncia y funcionó; ya que, el hecho un hecho causó conmoción entre amantes de los animales, defensores de derechos, animalistas, organizaciones y dirigentes políticos, como la senadora Andrea Padilla, quien, reclamó a través de su cuenta de Twitter, lo sucedido e hizo un llamado directo al presidente de la República, Gustavo Petro, y a la Fiscalía General de la Nación para que tomen cartas en el asunto:
“Quemaron uno de los cambuches de gaticos que a diario son abandonados en el Polideportivo de Santa Marta. Estiman que unos 50 murieron quemados. Flaquean las fuerzas y la esperanza ¿Qué hacer con quienes hacen algo así? Ayúdenos, presidente Gustavo Petro. Actúen, Fiscalía General de la Nación”.
Sobre el caso también se pronunció la activista por los derechos de los animales y edil Anakarina Castañeda, reprochando que, aunque no se sabe “con exactitud cuántos gatos fueron asesinados o quemados vivos. Creemos que pudo haber sido un número considerable. No hay derecho a que esto siga sucediendo en la ciudad”.
Al lugar llegó el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, tras recibir una llamada de la Policía, quien fue informada, en un primer momento, por los habitantes del sector. Y, tras realizar una inspección y apaciguar el fuego concluyeron que el material del que estaba hecho el pequeño cambuche favoreció el crecimiento de las llamas.
“Debido a que el material (madera) con el que estaba construido el refugio, es de rápida combustión, la vivienda quedó en pérdida total. Hasta el momento se desconocen la cantidad de felinos que no lograron salir y quedaron atrapados en el interior de la estructura”.
Además, en diálogo con Blu Radio, el secretario de Gobierno de Santa Marta, informó que la investigación avanza satisfactoriamente y que, según testigos, dos hombres en moto que se dedican al hurto “serían quienes prendieron fuego a la casita de los gatos”.
Sobre lo cual, colectivos animalistas, vecinos y la comunidad, en general, coinciden en que la sanción moral no es suficiente para frenar este tipo de casos. Y consideran que la política pública animal debe fortalecerse y de esta manera, combatir y prevenir más actos de crueldad.