Para la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, era una “paradoja” que el Lago de los Cisnes de Barranquilla no tuviera presencia de las aves a las que se debe su nombre. Como parte de la las obras de mantenimiento de la antigua vía a Puerto Colombia, que pasa por ese cuerpo de agua, se liberaron dos animales en una acción que lejos de la publicidad que buscó la mandataria, la pusieron en el centro de las críticas.
“Aquí lo que queremos es que este lago, que paradójicamente se llama Lago el Cisne, se llene de cisnes”, dijo la mandataria en un video publicado en sus redes sociales, en el que informaba de las obras de mantenimiento de la antigua vía al puerto a la altura del peaje Papiros.
“No tenemos ni un solo cisne y resulta que hoy todos protegemos y cuidamos este lago. Desde el punto de vista medioambiental es una riqueza que tenemos en el Atlántico y por eso fue todo un desafío recuperar la antigua vía Puerto Colombia, porque no podíamos poner en riesgo el Lago del Cisne”, señaló Noguera.
Sin embargo, las acciones paralelas a la conservación de la vía, poco contribuían a la conservación del ecosistema como lo anunciaba la mandataria. Incluso, según señalaron los críticos en redes sociales, podría ir en detrimento de las especies nativas del sector.
Primero porque las dos aves que liberó la Gobernación del Atlántico para que habiten el lago no eran cisnes, sino dos gansos que, por si fuera poco, no eran nativos colombianos sino de origen asiático. Una especie reconocida por su comportamiento territorial.
El biólogo especialista en aves Miguel Moreno-Palacios señaló que efectivamente no se trataba de cisnes, sino gansos. Particularmente, explicó, los que se veían en los videos eran una raza doméstica derivada del gansos asiático Anser cygnoides, que ha sido catalogada como introducida/invasora en países como Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca.
Al introducir una especie no endémica en un ecosistema, se podrían producir cambios que afecten el hábitat y a otras especies. Así mismo, esta ave se podría volver invasora si las condiciones lo permiten, como ocurre con los hipopótamos que trajo al país el capo Pablo Escobar.
“El analfabetismo en temas ambientales por parte de dirigentes políticos nos va a pasar unas facturas ecológicas altísimas. Señora Elsa Noguera, esa es una especie introducida en Colombia cuya reproducción ud. quiere alentar en humedales naturales. No está en extinción”, señaló la bióloga Nataly Castelblanco a través de Twitter.
“Gobernadora, iniciemos por aclarar que no es un cisne sino un ganso chino. Adicionalmente, introducir especies exóticas puede generar desequilibrios ecosistémicos. Por favor, detenga este proyecto y busque asesoría calificada para decidir sobre el lago”, señaló el profesor en salud ambiental Camilo Prieto.
El sector de Puerto Colombia ha sido uno de los sitios favoritos para el avistamiento de aves, pues solo en el October Bird Day 2020 se registraron 417 especies en el departamento del Atlántico. Un registro que permitió al país ubicarse en el primer puesto de diversidad de ese tipo de animales. Por eso, para varios de los críticos, resulta contradictorio que no se haya encontrado una especie nativa para preservar en el lago.
El corredor vial había sufrido un colapso por cuenta de las lluvias que en octubre de 2022 provocaron una remoción en masa, con caída de la ladera y los postes. Fue necesario reconstruir 100 metros lineales, pero de acuerdo con la presentación que hizo la gobernadora, no fue una tarea sencilla porque debía recuperarse los manglares.
Funcionarios de la Corporación Ambiental del Atlántico (CRA), según la Gobernación, evaluaron el área afectada y emitieron un informe en el que se determinó que había un nivel riesgo bajo de inundación, erosión, incendios y sismos. Esta habría certificado las obras, para la preservación de los ecosistemas.
Sin embargo, las acciones protocolarias y propagandísticas de la entrega contradicen lo dicho por la Gobernación. Las críticas por la liberación de los cisnes llevaron a que Noguera eliminara el video.