Federico Orjuela Clavijo, más conocido como Felino, es uno de los participantes del Desafío The Box que causó sensación en las redes sociales al revelar que es conductor de TransMilenio. El participante, que quedó como integrante del equipo Omega, no hace parte de los tradicionales desafiantes que practican algún deporte de manera profesional o son apasionados por el ejercicio, pero sí enfrenta cada día a los miles de usuarios del sistema de transporte.
Empezó la tercera temporada del Desafío The Box y, aunque el formato regresa a la ciudad de las cajas ubicada en Tobia, Cundinamarca, y con los tradicionales equipos Alpha, Beta, Gamma y Omega, este año la competencia viene con varios cambios entre ellos las profesiones de los participantes.
El ejemplo claro y que más impacto causó a los televidentes fue Felino, quien también causó risas con sus primeras reacciones al darse cuenta que quedó en el peor equipo. En el primer episodio del programa el conductor se enfrentó a los otros 15 participantes masculinos en una pesada carrera de 2 kilómetros subiendo por una pendiente en el municipio de Tobia, Cundinamarca. Felino fue uno de los últimos y por eso ahora hace parte del equipo Omega.
Cuando se conoció con los otros integrantes de su equipo, el participante de 34 años nacido en Subachoque, Cundinamarca, reveló que lleva más de 10 años manejando TransMilenio en la ciudad de Bogotá y que considera que su paso por el Desafío es muy importante para todo aquel que no es deportista, pero quiere vivir la experiencia.
“Es muy bueno que estés aquí, porque todas las personas al verte van a decir ‘sí es posible’”, le dijo una de sus coequiperas y el respondió que “exactamente” ese era el motivo que lo llevó a inscribirse al programa que reta las habilidades físicas de los participantes. Sin embargo, su primer día no fue el mejor, porque fue de los últimos en la carrera y quedó en Omega, ganando tan sólo un millón de pesos.
También hizo reír a sus compañeros al decir “yo pensaba, ‘allá todo va a ser diferente, si yo acá soy pobre allá tengo que llegar a ganarme los millones’. Parce y dizque un millón, me encuentro con la pobreza de nuevo”, dijo entre risas a sus compañeros. Pero en ese momento Felino no sabía lo peor, y es que su equipo tendría que pasar la noche en playa baja por no tener suficiente dinero.
Resulta que otro de los grandes cambios de esta temporada es que regresó al Desafío la famosa playa a la que van los peores concursantes a vivir en pésimas condiciones. En esta competencia, el equipo que va a esta desolada zona es aquel que no puede pagar el alquiler de su casa, que es de 10 millones, tal y como le pasó a Omega al final del primer capítulo.
Esto se dio luego de que Omega perdiera las dos primeras pruebas del Desafío, es decir la de Sentencia y Hambre y la Sentencia y Servicios. Por quedar en el último lugar de la segunda prueba, Omega se quedaba sin los servicios básicos de su casa, es decir, agua, luz y gas; sin embargo, en esta edición también se quedaron sin arriendo.
Lo mismo le pasó a Beta que quedó en tercer lugar, pero entonces el equipo azul decidió que de los cinco millones que se había ganado cada uno iban a dar una parte para pagar los 10 millones del arriendo. Omega no podía recurrir a esta solución, pues cada concursante se ganó un millón, lo que completaba tan solo 8 millones para el equipo rosado, que no pudo cancelar el servicio y le tocó irse al espacio que no tiene techo ni comodidades.