La noche del 17 de marzo de 2023, la periodista Mariana Ordóñez tomó un vehículo que solicitó por medio de la aplicación DiDi sin saber que sería víctima de un intento de abuso por parte del conductor del carro el cual, según el relato de Mariana, intentó drogarla y tuvo varios comportamientos extraños que la pusieron en alerta.
Las historias de mujeres que reportan abusos por parte de los conductores de vehículos que solicitan a través de aplicaciones siguen apareciendo. Esta vez, la periodista Mariana Ordóñez compartió la fuerte experiencia que vivió al interior de un vehículo de la aplicación DiDi.
A través de un video compartido en su cuenta de Instagram @mar_leudh y replicado por @manifiestamedia, Mariana explicó lo que sucedió en el viaje rumbo a su casa la noche del 17 de marzo de 2023.
De acuerdo con el relato de Mariana, sobre las 8:00 p. m. solicitó un servicio hacia su casa a través de la aplicación DiDi, pero cuando el conductor del carro llegó, a Mariana le tocó cruzar varias calles para encontrar el vehículo, pues no la recogió en el punto de encuentro solicitado.
“Apenas llegó, vi que no estaba en el punto de encuentro que yo había dejado en la aplicación y me tocó cruzar dos calles para llegar al carro. Cuando me subí, él me preguntó la ruta, y yo le dije que usara Waze e hizo la maña de que estaba viendo la aplicación, pero desde el inicio cogió una ruta que no es la usual para llegar a mi casa”.
Mariana contó que para sentirse segura en medio del viaje, llamó a una de sus amigas que la acompañó durante el trayecto, pues ya había pasado por una experiencia similar con otra aplicación de transporte.
“Llamé a mi mejor amiga porque precisamente hace un año viví una experiencia muy similar con la app de Cabify. A los 20 minutos de estar hablando con ella me comencé a sentir muy mareada y se me durmieron las manos.
Cuando comenzaron los primero efectos de la droga en el cuerpo de Mariana, decidió ver por la ventana para llevarse la sorpresa de que no se dirigía hacia su casa, sino que estaba dando vueltas, por lo que su reacción fue gritar y preguntarle al conductor qué hacía. Al ver que el hombre no le hizo caso y siguió manejando, la única opción que encontró mariana fue abrir la puerta y salir del vehículo lo más rápido posible.
“Cuando me bajé del carro me di cuenta que no había nadie a quien pudiera pedirle ayuda hasta que vi un edificio, le grité desesperada al celador que me abriera, yo seguía en llamada con mi amiga así que el celador pudo dictarle las placas del carro y así mismo. darle la dirección de donde me encontraba”.
Una vez la pareja de Mariana llegó al sitio, ya los efectos de la droga estaban más presentes en su cuerpo, por lo que no podía hablar claro y sus piernas no reaccionaban.
“Mi pareja me contó que justo en el momento en que yo le había enviado el link por medio de la aplicación, al presionarlo le salía que el viaje había finalizado. Según la aplicación, este viaje había durado tan solo cinco minutos, cuando realmente el trayecto duró aproximadamente media hora”.
Según Mariana, la foto que salía en la aplicación no coincidía con el conductor que la recogió, por lo tanto, no dudó en llamar al servicio de DiDi para comentar lo sucedido y colocar la queja correspondiente, “y preguntaron si quería tomar acciones legales y justo cuando fui a responder se cortó la llamada”.
Tras la llamada para denunciar los hechos, desde DiDi le enviaron un correo donde daban por cerrado el caso asegurando que había sido atendido con éxito y que le regalaban un cupón de 10 mil pesos como compensación.
Sobre todas las denuncias de los posibles abusos en vehículos solicitados a través de aplicaciones de transporte que han reportado varias mujeres en los últimos meses, Mariana agregó que: “¿Cuántas más denuncias tienen que existir para que algo pase?”.