Niños de colegio en Bogotá son testigos del consumo de drogas de habitantes de calle

La denuncia fue presentada en el Concejo de Bogotá por Diana Diago, que atribuyó la situación a la falta de autoridad de la administración distrital

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Denuncia consumo SPA en San Cristóbal. Concejal Diana Diago.

La comunidad del barrio Montebello, localidad de San Cristóbal, denunció la problemática que vive, cerca del colegio San Juan del Rizzo sede B, debido al consumo de sustancias psicoactivas en inmediaciones de la institución académica, por parte de personas en habitabilidad de calle.

La denuncia fue presentada por la concejala Diana Diago, del partido Centro Democrático, que señaló que la situación se presenta debido a la falta de autoridad por parte de Claudia López.

Según las denuncias presentadas por la comunidad, las personas en habitabilidad de calle, que frecuentan los contenedores de basura en busca de reciclaje y comida, también usan este espacio para consumir psicoactivos como bazuco.

“No me parece que deberían estar en ese sitio educativo, pues los niños ahí están mirando y observando todo y pues no creo que sea lo más indicado para la comunidad, aparte es un foco de inseguridad, todos los transeúntes están expuestas a que les pase algo, robo de celulares, atracos”, dijo Ernesto Rua, uno de los denunciantes.

La concejala afirmó que la problemática pone en riesgo la integridad de los residentes y de los niños que transitan la calle, de camino al colegio, al respecto Diago afirmo:

“La inseguridad en Bogotá está desbordada y Claudia López no logró hacer nada para solucionar la problemática, ya han pasado tres años y dos meses de su gobierno y las bandas criminales y el narcotráfico se han fortalecido en la ciudad. Es increíble cómo ocurren toda clase de delitos a plena luz del día y en Bogotá no pasa nada. Hoy son los más vulnerables quienes están en peligro de que un consumidor les agreda o incite a la droga”.

Las intervenciones del distrito, en
Las intervenciones del distrito, en torno a las personas en habitabilidad de calle, se encuentran reguladas por la “Política Pública para el Fenómeno de Habitabilidad en Calle”, regulada por el decreto 560 de 2015. Concejo de Bogotá.

Al final, tanto la cabildante como el ciudadano hicieron un llamado a la administración distrital, buscan que se generen intervenciones en los alrededores del colegio, de forma que se garanticen los entornos escolares seguros de los niños.

Las intervenciones del distrito, en torno a las personas en habitabilidad de calle, se encuentran reguladas por la “Política Pública para el Fenómeno de Habitabilidad en Calle”, regulada por el decreto 560 de 2015.

En este documento se establece que el componente de Convivencia y Seguridad debe ser implementado mediante cinco líneas de acción, los cuales son generación de contenidos sobre la habitabilidad de calle, acciones que armonicen las relaciones entre habitantes y las personas en esta condición, protección de vida y acceso a la justicia, pacto para la resolución de conflictos y el fortalecimiento de los actores locales.

Aunque la petición de la ciudadanía y de la concejala se orientaría en el desplazamiento de estas personas, e intervención de la fuerza pública, también se evidencia que en el sector no se han puesto en marcha las medidas necesarias para resolver los conflictos,¿ establecidas en la política pública.

Según el censo de habitantes de calle de 2017 del Dane, en Bogotá habían 9.583 personas en habitabilidad de calle, lo que equivale al 41,85% de la población con estas características en el país. La mayoría son hombres entre los 25 y 39 años.

Según la investigación ¡Las calles para siempre! los habitantes de las calles bogotanas, entre el síndrome de Diógenes y la seguridad social en Bogotá, publicado por la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, el 62% de las personas en habitabilidad de calle no se encuentran en esta situación por consumo problemático de drogas, sino que las causas se relacionan con abandono familiar y trastornos mentales.

Las condiciones de vulnerabilidad, tales como el hambre, el frío y el abuso policial, son en muchas ocasiones las que lleva a estas personas a consumir sustancias psicoactivas, como contenedores emocionales.

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