Una de las labores en el fútbol más criticadas es el arbitraje, que es desempeñado por hombres y mujeres que en cada compromiso deben aguantar insultos, protestas y hasta acciones violentas, así le ha pasado a Wilmar Roldán en 20 años de carrera profesional.
El juez antioqueño alcanzó los 400 partidos el pasado sábado 18 de marzo en el duelo entre Junior y Santa Fe por la novena fecha de la Liga Betplay, y ya contempla su retiro como uno de los mejores colegiados colombianos en la actualidad.
Aunque no dio una fecha para darle final a su trabajo, Roldan aseguró que ya piensa en cómo será su despedida del arbitraje y su siguiente paso como docente, así como los consejos para los jóvenes árbitros en el fútbol colombiano.
“Todo tiene un comienzo y final”
Wilmar Roldán habló en entrevista con el canal de deportes Win Sports sobre su carrera en estos 20 años y dejó claro que ya piensa en el retiro, sin decir una fecha pero asegurando que cada encuentro lo seguirá desempeñando de la mejor manera.
“Yo amo lo que hago, soy tengo ese factor diferencial de que soy apasionado por el arbitraje, está en mi piel, mis sentimientos. Recibo una designación y me cambia todo. Estudio los equipos, sé de los jugadores, cómo viene y el estadio a donde voy a dirigir”, afirmó.
Agregó que, “creo que el final está cerca, todo tiene un comienzo y un final; trataré de disfrutar estos momentos que me pueda dejar el arbitraje e iré paso a paso. Cuando llegue mi retiro puedo ir a seguir enseñando porque soy docente titulado”.
“Sé que soy un buen instructor”
La labor que realizará Wilmar Roldán tras retirarse del arbitraje será como instructor para jueces, un trabajo en el cual aseguró que aportará todo lo que sabe para formar profesionales que sepan afrontar todos los retos en una cancha de fútbol y representar al país en certámenes internacionales.
“Con toda mi experiencia, sé que soy un buen instructor y todo mi conocimiento de años de arbitraje, y saber que me nace ese tema de la pedagogía. Creo que ese ese es el camino, me veo obligado siempre a este rol de arbitraje y sea desde este otro rol como instructor, asesor o los dirigentes me quieran tener, haré un gran trabajo”, dijo el juez.
Cabe recordar que hay dos exárbitros muy conocidos en el fútbol colombiano que han trabajado como formadores y son Óscar Julián Ruiz, considerado uno de los 10 mejores jueces en el mundo, e Imer Machado, miembro de la Comisión de Árbitros del Fútbol Profesional Colombiano.
“Hoy es más difícil dirigir”
En una época donde el fútbol es cada vez más cambiante por las nuevas reglas, tecnología y la adaptación a la vida diaria, Wilmar Roldán afirmó que las modificación en la Liga Betplay como horarios, sistema de juego y la llegada del VAR han hecho más difícil su trabajo.
“Hoy es más difícil dirigir. Cuando comencé a pitar hace 20 años solo transmitían un partido por televisión y hoy es más complejo. El fútbol es más dinámico, tecnológico y los jugadores son atletas, por eso también debemos prepararnos para aplicar las reglas del juego”, dijo el árbitro.
Roldán también se refirió a la llegada de nuevos jueces en el fútbol colombiano y un punto a tener en cuenta: “Debemos administrar pasiones y en medio de esas pasiones vienen las críticas. Independientemente de las decisiones que tomemos, para unos va a ser y para otros no va a ser y esa crítica siempre la vamos a tener presente”.
“En Colombia hay un cambio generacional que se suscita en cualquier profesión y vienen árbitros con buena proyección. El fútbol colombiano es competitivo y todos quieren ganar; aquí no hay márgenes donde los campeones siempre son 2 o 3 equipos y todos quieren que las cosas se hagan perfectas”, afirmó el juez antioqueño.
El olvido de las tarjetas
Roldán habló también sobre lo que pasó el 18 de marzo en el juego entre Junior y Santa Fe, en Barranquilla, donde al árbitro se le olvidaron las tarjetas y debió acudir a uno de sus colaboradores para que se las pasara, un hecho que causó curiosidad en los aficionados.
Explicó que todo se debió al cambio de uniforme al que fueron obligados: “Ya estábamos listos para organizarnos con los equipos y recibimos una comunicación de Dimayor sobre cómo van los equipos uniformados y nosotros también. Junior iba con su uniforme habitual, Santa Fe de gris y nosotros de negro”.
“Luego, vimos que Santa Fe iba de negro y como pude cambié la camisa a amarilla y en ese afán de salir rápido, las tarjetas se me quedaron en la otra camisa”, afirmó el árbitro Roldán.