Vuelve y juega con los abusos contra los turistas en la isla de Barú, en Cartagena (Bolívar), esta vez con una riña con objetos contundentes, al parecer, provocada por excesos en los cobros de las personas que prestan servicios en la isla y visitantes del territorio insular.
En dos videos que se hicieron virales en redes sociales, se observa como en la misma playa hay una pelea entre lancheros que habrían exigido más dinero luego de un alquiler. En una de la grabaciones se ven como se enfrentan con botellas y palos. Mientras que otro, se registra la situación más grave, ya que se alcanzan a escuchar hasta disparos de lo que serían armas de fuego.
“Antier en horas de la tarde le envié instrucciones al director operativo de la Policía, recordándole la importancia en los puentes festivos de hacer operativos de control de aforos, dado que lo hemos hecho exitosamente en antiguas temporadas para prevenir sobrecupos, entiendo que ayer no se realizó y estás son las consecuencias de esos sobrecupos con desmanes”, dijo en el periódico regional El Universal Ana María González-Forero, secretaria del Interior y Convivencia Ciudadana de Cartagena.
La funcionaria agregó en el diario caribeño que este tipo de situaciones también se da porque en la playa también se superan los límites de las aglomeraciones.
“Hoy comenzó muy temprano el control de aforo, esperamos el mejor comportamiento de parte de los operadores turísticos. Hay que hacerle un llamado tanto a la Policía como a Guardacostas para que hagan un control a los inflables porque como se ve en el video, estos no solo pueden generar accidentes sino ese tipo de riñas y están prohibidos en esta zona”, dijo.
Recientemente, hubo otro caso de abusos en los cobros luego de que una ciudadana colombiana la que denunció la cuenta que tuvieron que pagar unos turistas extranjeros en un restaurante durante su viaje de turismo a Cartagena. La mujer afirmó que los hechos se registraron en un establecimiento de Playa Blanca, en el trino se suma una fotografía de una factura hecha a mano, en la que no se evidenciaba el nombre del lugar, más si sus exagerados precios.
En el papel se suman las cantidades de siete productos, en los que se resalta la suma de $1′475.000 pesos por cinco pargo rojo, un robalo grande en $275.000, cinco piñas coladas cobradas por $625.000, dos caipirinha en $250.000, seis cervezas Club Colombia por $120.000, dos limonadas de coco en $150.000 y cuatro botellas de agua por $60.000.