A través de un informe de Coordenada urbana en el que se reveló las cifras del sector de la construcción al cierre del primer bimestre del 2023, en la que se muestra de desaceleración lo que representa un deterioro del 64% de este mercado.
La principal causa tiene que ver con la asignación de subsidios por parte del Gobierno Nacional y los desembolsos de ‘Mi Casa Ya’. Pues Colombia pasó de vender más de 189 mil unidades a tan solo 12 mil, según el director de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), Guillermo Herrera.
El programa de Gobierno que entrega subsidios categorizados a los colombianos que, a raíz del incremento en las tasas de interés —medida adoptada por las entidades financieras para solventar la crisis económica— y no serían eficientes. Camacol informó que seis de cada 10 viviendas que se entregan en el país tienen cierre financiero por esa política.
“El año pasado se asignaron alrededor de 67.000 subsidios, resulta que solo se pudieron pagar 44.000 porque hasta ahí alcanzaron los recursos. Lo cierto es que 23.000 familias a octubre del año pasado tenían sus viviendas pagadas de cuota inicial, viviendas terminadas, faltaba el subsidio para firmar y entregar”, sostuvo el gerente de la entidad.
La inflación y las altas tasas de interés en los créditos hipotecarios son los principales factores por las que las ventas de vivienda se frenarán en el presente año, pues según el informe son más de 40.000 familias que se encuentran afectadas por el no desembolso de los recursos para el programa de interés social, las viviendas VIS.
El líder gremial agregó que, “son 40 mil hogares que están pagando arriendos por el orden de los $15.716 millones, por lo que las perdidas totales alcanzan los $76.000 millones, que podrían estar destinados a pagar los créditos hipotecarios de las familias o reinvertir en el caso de los constructores, la ejecución de otros proyectos”.
De esta manera, Camacol reveló que las cifras son similares a las de 2020, año en el que la economía global y nacional sufrió una reducción por cuenta de la crisis que dejó la pandemia por covid-19. En 2022, según Herrera, la comercialización de una vivienda de interés social tardaba alrededor de cinco meses en promedio, pero ahora, un año después, su comercialización tarda mucho más.
En medio de esta situación, el Banco de la República entregó una serie de proyecciones, principalmente en el porcentaje de inflación, que directamente tendría un efecto positivo en el mercado de vivienda y en la economía en general si se reduce.
Según la entidad estatal, el país tiene la meta de reducir la inflación al 3% número que solo se alcanzaría hasta diciembre de 2024. Actualmente, la proyección anual se estima en 8,7% según el último informe de política monetaria.
Ante este panorama de la vivienda en Colombia, el presidente de Camacol aseguró que, “la única manera de ponerle freno a estas alertas es que el sector privado y el gobierno trabajemos articuladamente para lograr que, a través de la Ley de Adición Presupuestal, se garanticen los $3,3 billones para atender los subsidios del programa Mi Casa Ya pendientes y los proyectados para lo que resta del año, ya que de los 50.000 subsidios anunciados, ya hay 40.000 comprometidos, y los restantes 10.000 no alcanzarían a atender la demanda de solicitudes”.
Para finalizar, el líder gremial explicó que tras la congelación de estos dineros además de generar problemas económicos a la industria de la construcción, también está desatando problemas sociales: “hay unidades habitacionales terminadas, y que ya están pagadas sus cuotas iniciales, pero que no se pueden escriturar y entregar porque no hay subsidios del programa, y que en últimas ayudaban a las familias a aligerar la obligación crediticia mensual”, concluyó el líder del gremio Herrera.