Consumo diario de marihuana: factores para identificar el abuso de sustancias

Más allá de la cantidad de cannabis que fuma un consumidor, se deben tener en cuenta aspectos sociales y de salud para determinar las consecuencias asociadas al uso de la planta

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Consumo de marihuana en Colombia
Consumo de marihuana en Colombia

El consumo recreativo de marihuana gana cada vez más visibilidad pública por las iniciativas políticas que buscan pasar de la criminalización a la regulación. En el debate algunos congresistas han reconocido que consumen cannabis, incluso diariamente, lo que ha puesto de nuevo la pregunta si la frecuencia es síntoma de un trastorno relacionado al uso de la sustancia.

Dos expertos en farmacología explicaron a Infobae Colombia los riesgos asociados al consumo de marihuana y los factores que se tienen en cuenta para determinar un abuso de la sustancia, pues utilizarla no hace a nadie adicto por sí mismo y depende de otras condiciones.

“La cantidad de sustancia que cualquier persona consuma o la frecuencia con la que la consuma, por sí sola, no es lo que le da el atributo de que es adicto”, sostiene Jairo Téllez, doctor de la Universidad de Almería (España) en Neurotoxicología y Psicofarmacología y magíster en Toxicología de la Universidad Nacional de Colombia.

De acuerdo con Téllez, hay al menos cinco factores que se deben tener en cuenta para determinar la dependencia:

1. Necesidad: se produzca la necesidad internamente, en las células, para un consumo determinado.

2. Frecuencia: el tiempo entre el consumo de dosis, que puede iniciar mensualmente y se va acortando hasta llegar a días u horas de diferencia.

3. Cantidad: mayor será la posibilidad de dependencia, entre mayor sea la cantidad de consumo de una determinada sustancia porque el organismo comienza a tener una dependencia.

Estos tres factores, de acuerdo con el neurotoxicólogo, pueden generar una dependencia, pero hay dos más que son síntomas claros de esta:

4. Cuando el consumidor rompe las reglas sociales del núcleo (familia, colegio, universidad, trabajo). A causa del consumo tiene ausencias, bajo rendimiento o confrontaciones.

5. Cuando todas las actividades de la vida giran en torno al consumo.

Consumo de marihuana en Colombia
Consumo de marihuana en Colombia

Es clave diferenciar entre la dependencia y la adicción, dos términos asociados al uso de sustancias psicoactivas. El primero es más común en el consumo de cannabis que el segundo. “La dependencia es una serie de síntomas que la persona tiene cuando deja de consumir, por ejemplo, en el caso de la marihuana, a la persona le da mal genio, se vuelve irritable, le da desesperación, no puede dormir bien. Se siente incómoda, eso es la sintomatología característica, pero comparado con el síndrome de abstinencia al alcohol, no es tan grave. La adicción sí es la necesidad imperiosa de consumir el producto”, sostiene José Julián López, director del centro de información de medicamentos de la Universidad Nacional.

Los estudios científicos asociados al consumo de sustancias psicoactivas coinciden en que no existen únicamente factores farmacológicos para la dependencia o la adicción. Estos dependen de diferentes variables, incluso genéticas, pero también en gran parte por determinantes sociales. Es decir, el contexto de consumo, pues en ocasiones está asociado a problemas personales y en otros a esparcimiento.

La marihuana, explica López, no es extraña para el cuerpo humano pues contamos con un sistema endocannabinoide que funciona a base de cannabinoides como mecanismo de comunicación entre las células. En la “bareta” hay al menos 60 compuestos de estos, el más conocido el Tetrahidrocannabinol (THC) que es el que produce efectos psicoactivos.

Este es el que tiene efectos sobre el sistema nervioso central cuando se fuma o inhala, como la relajación, la risa y que en una alta concentración puede producir euforia, taquicardia o ansiedad, que serían efectos agudos. En cuanto a efectos crónicos, explica López, principalmente asociados a un consumo frecuente, se pueden asociar al sistema cardiovascular con un aumento de la frecuencia cardiaca, inflamación de los bronquios o incluso afectación del sistema inmunológico.

Pero no hay un límite de consumo para los efectos crónicos desde el punto de vista farmacológico, debido a que no todos dependen de la dosis para manifestarse en el cuerpo. Hay personas que pueden presentar esas consecuencias en determinado tiempo, mientras que otras no, como sucede con el cigarrillo. Sin embargo, al menos en cuanto a efectos cognitivos, los menores de 20 años son aún más propensos.

En Colombia, con cifras del 2021, cuatro de cada 100 personas consumen marihuana; es decir, alrededor de 1,5 millones para ese momento con una tasa de consumo de 3,8%. A nivel global, 147 millones de personas reconocen consumir la planta; es decir, 2,5% de la población mundial según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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