El exterminio de los líderes sociales en Colombia no cesa, y en las tres primeras semanas del presente mes las víctimas ascienden a cinco, luego de que se reportarán los homicidios de Wilson Bomba, autoridad indígena en Caldono (Cauca), y de Néstor Yesid Martínez, que trabajaba con la Defensoría del Pueblo en Riohacha (Guajira).
En el primer caso, el líder en la comunidad ancestral fue ultimado en la tarde del miércoles 15 de marzo por hombres armados que atacaron la comisión de la Guardia Indígena con la que se encontraba en la mencionada población caucana, informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
“Wilson Bomba era un reconocido líder, actual concejal y autoridad tradicional en el cargo de Comisario mayor del Resguardo de San Lorenzo en el municipio de Caldono, Cauca (sic)”, indicaron en la ONG.
Agregaron que estaba solicitando al gobierno Nacional que lo salvaguardaran ante las amenazas de las que estaba siendo víctima, sin embargo, su caso estaba en estudio cuando ocurrió su crimen.
“Había solicitado un esquema de protección ante la UNP (Unidad Nacional de Protección) que se encontraba ahora en etapa de análisis y revaluación ya que contaba con algunas medidas (sic)”, señalaron.
El crimen, señalaron en el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), ocurrió durante los enfrentamientos que están ocurriendo entre el ELN y la Columna Dagoberto Ramos, una de las disidencias de las extintas FARC.
“En medio de los combates, se perpetró un ataque directo a la guardia indígena y autoridad del resguardo de San Lorenzo de Caldono, donde fue asesinado con disparos de arma de fuego el comisario del cabildo Wilson Bomba Piamba, quien llegó sin signos vitales al hospital del casco urbano del municipio. También se encuentra herido por arma de fuego en una pierna el guardia indígena Julio Cesar Peña (sic)”, señalaron.
El otro líder social asesinado era Néstor Yesid Martínez, de 49 años, quien trabajó por más de 20 años con la Defensoría del Pueblo en su seccional en el departamento de La Guajira, informaron en ese organismo estatal a través de un comunicado.
Indepaz detalló que el crimen ocurrió en la mañana del miércoles, cuando Martínez se movilizaba en su motocicleta por una de las vías principales de la capital del departamento, donde lo abordaron sicarios que le dispararon hasta acabar con su vida.
“Era el actual defensor comunitario de Riohacha (...) Reconocido por trabajar en la protección de los Derechos Humanos de comunidades afro e indígenas”, destacaron en la ONG.
Tras conocerse el crimen, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, rechazó lo ocurrido y envío sus condolencias a los allegados del líder social.
“Asesinar a un funcionario de la Defensoría del Pueblo es golpear a la comunidad, atentar contra el bienestar de los más vulnerables e irrespetar las reglas básicas de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Quiero extender toda mi solidaridad a la esposa y los familiares de Néstor Enrique, así como a sus amigos y las comunidades que lo conocían”, agregó.
Camargo también solicitó celeridad a las autoridades para dar con los responsables del crimen y recordó que esa entidad realiza funciones humanitarias.
“Le pedimos a la Fiscalía General de la Nación celeridad en la investigación y que prontamente sean judicializados los responsables de este crimen. La Defensoría del Pueblo es una institución nacional de derechos humanos, su función es promover y divulgar los derechos y cada uno de los funcionarios que hacen parte de ella tienen una misión que redunda en el bienestar de millones de colombianas y colombianos”, finalizó.
Con estos dos nuevos homicidios, en marzo van cinco líderes sociales asesinados donde las otras víctimas fueron Jeison Jácome en Pailitas (Cesar), Andrés Felipe Herrera Mosquera en Buga (Valle del Cauca) y Marlon Hernando García Pascal en Tumaco (Nariño).