Tras la reunión entre el presidente del Senado, Roy Barreras, y la ministra de Salud, Carolina Corcho, en la mañana del miércoles, 15 de marzo, termina el distanciamiento entre ambos funcionarios, que alimentó la polémica sobre opiniones divididas al interior del Gobierno, frente al proyecto de la reforma a la salud.
Así lo habría dado a conocer el también médico, a través de redes: “El diálogo y la concertación dan frutos y despejan caminos para reformas sociales justas, viables, profundas, que mejoren la vida de los colombianos. Las reformas implican transiciones. Como hemos dicho siempre: Construir sobre lo construido. Aprovechar lo bueno. Corregir lo malo. La razón por encima de las emociones”.
El malestar entre Corcho y Barreras se fundamenta en, por lo menos, tres momentos en los que el congresista cuestionó su manejo de la iniciativa, llegando, incluso, a utilizar los calificativos “ideologizada” y “arrogante”, a mediados de febrero del 2023, en contra de la ministra.
“La ministra Corcho, que es una ministra ideologizada, tiene desafortunadamente una característica, que no es buena y no es justa en ningún ministro, y es la arrogancia”, comentó en una entrevista concedida para El Tiempo.
Y, renglón seguido, comentó que la ministra Corcho: “rompía el diálogo, imponía sus decisiones, no escuchaba ni siquiera a sus pares en el gabinete, no escuchaba a los gremios y los descalificaba, alimentando una especie de reforma revanchista contra lo que llaman la oligarquía”.
Lo anterior, antes de acusar a la jefe de cartera de desautorizar al presidente de la República, Gustavo Petro, marcando el final de las EPS con el borrador inicial del proyecto de la reforma.
“Yo creo que la ministra Corcho desautorizó al presidente, porque hace dos semanas se dio un paso positivo hacia la transición”, indicó Barreras a la vez que sostuvo que “el presidente va a defender, y yo lo acompaño en eso, una reforma a la salud que haga un sistema más justo, pero el presidente y el gobierno anunciaron que las EPS no desaparecerían”, menciono en este entonces en una entrevista para el medio citado.
Unos días antes, la ministra había socializado ante la Academia Nacional de Medicina y otras 14 organizaciones la iniciativa y, en declaraciones desafortunadas, culpó al sector de la situación fiscal que actualmente atraviesan:
“Cada prestador de servicios va a tener una junta autorreguladora. Junta autorreguladora de médicos, donde los médicos vamos a vigilar a los demás médicos. El problema fiscal de este sistema no son los alcaldes y gobernadores, son los médicos. Porque el médico puede disparar el gasto público si manda de todo; el médico induce el nivel de demanda en el nivel primario”.
Sus acusaciones generaron rechazo entre algunos profesionales del sector de la salud, incluido Barreras, quien en ese entonces consideró necesario disculparse, en nombre del Gobierno, con el gremio:
“Soy médico. Como colega les pido excusas… Ustedes salvan vidas todos los días… los aplaudimos en la pandemia… se jugaron la vida y, ¿ahora son los culpables?”, redactó en su cuenta de Twitter, como descripción junto a un video en el que se escuchan las declaraciones de la ministra.
Sin embargo, no pasó ni un mes, desde que dejaron al descubierto sus diferencias, hasta que lograron concretar una reunión , un “desayuno para la paz”, como referencia Blu Radio, para discutir sus desacuerdos sobre cómo debería estructurarse el nuevo sistema de salud en Colombia.
“La ausencia de diálogo con la ministra fue superada y se acordó impulsar la mejor reforma posible para que los colombianos tengan mejor salud”, concluyó Barreras.
Quien, vale recordar, no ha sido ni el primer ni el único partidario de Gobierno en expresar sus reparos frente al proyecto. Antes de él, el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, ya había criticado ampliamente la reforma, motivo por el cuál terminó dándose su salida del gabinete presidencial.