La periodista colombiana Érika Zapata se ha distinguido entre sus colegas por su particular manera de presentar noticias, sin dejar de lado sus dichos y acento paisa, lo que ha hecho más atractivo su trabajo para algunos y motivo de burla para otros. Sin embargo, en su más reciente trabajo la comunicadora dejó de lado los temas judiciales y de inseguridad en Medellín para retratar una historia de amor que busca ayuda para llegar al altar.
Érika Zapata dio a conocer en uno de sus recientes informes en Noticias Caracol la historia de los paisas Camila Acevedo Pérez y Felipe Correa, una pareja que está buscando ayuda económica para poder casarse. Lo que ha hecho que la periodista se lleve aplausos por parte de sus seguidores en las redes sociales es que, a través de su informe, Zapata está contribuyendo a que una pareja de personas con síndrome de Down logre su objetivo.
Según detalló la periodista, estas personas viven en el municipio de Sabaneta, Antioquia, y son la clara muestra de que el amor a primera vista existe, pues se conocieron en las citas de atención a la discapacidad y desde entonces han sido inseparables. Sus padres, quienes los apoyan en todo lo que tiene que ver con su relación, han realizado rifas y diferentes ventas para recolectar los fondos necesarios.
Felipe tiene 50 años y Camila 26, según el padrastro de Felipe a lo largo del año que lleva la relación entre los dos, nota a su hijastro “más feliz, con interés por seguir viviendo, apegado a la vida, romántico, no ve la hora de llegar a la institución donde estudian, ayuda mucho en su formación, es más maduro”. Por su parte, la madre de Camila destacó que “ella era una persona a la que no le gustaba salir a la calle, no le gustaba ir a misa, no le gustaba compartir con nadie, y ahora los fines de semana está organizándose ella, maquillándose, porque se va a ir con Pipe que pa’ misa, que a comer helado, que a tomar café”.
A pesar de la diferencia de edad entre los dos, las familias apoyaron la decisión de los dos de emprender una relación romántica y ahora buscan obtener el dinero que les permita consolidar su amor ante la Iglesia. La madre de Camila señaló a la periodista paisa que la recolecta de dinero lleva varios meses, puesto que la pareja no quiere “algo sencillito, no, (queremos) algo que sea bonito y que quede un bonito recuerdo”.
Los padres de ambos adultos coinciden en que, desde que empezó la relación, Camila y Felipe han logrado superar diferentes obstáculos que su condición les daba anteriormente para comunicarse, relacionarse y hasta pensar en tener una vida fuera de las casas familiares. Ahora salen solos a citas románticas, ella le prepara comida, buscan trabajo y tienen pensado empezar una familia.
Por el momento, el plan es seguir recolectando el dinero necesario para su boda con ayuda de los paisas solidarios y convertirse en una de las parejas con síndrome de Down casadas en el país. Cabe recordar que fue en agosto de 2019 cuando, por primera vez en Colombia, una pareja de personas con esta condición llevó su amor hasta la Iglesia, esto gracias a la ley 1996, aprobada ese mismo año.
Anteriormente, las parejas con síndrome de Down no podían tomar la decisión autónoma de contraer nupcias, puesto que para la ley colombiana no tenían la potestad para decidir. En ese entonces eran las familias las que debían realizar el proceso para declararlos interdictos y cuando esto se lograba entonces eran los padres los que tomaban las decisiones.