En una cárcel de Bogotá está Francis Jason Biller, un ciudadano canadiense acusado de hacer parte de una red que habría estafado a cientos de estadounidenses, por lo que ese país lo pidió en extradición por los delitos de concierto para delinquir y fraude de valores y electrónico.
Los hechos por los que se le acusa habrían ocurrido entre enero de 2016 y julio de 2018, y por el momento, el hombre está a la espera de que la Corte Suprema de Justicia avance en los trámites para extraditarlo, según informó el periódico El Tiempo.
La red de la que haría parte el extranjero habría funcionado desde un call center ubicado en la ciudad de Medellín, desde el cual se realizarían maniobras para estafar a los estadounidenses con acciones en pequeñas empresas. Una corte de Nueva York lo está investigando junto a otras personas por haber acudido a tácticas de venta en las que incurriría en declaraciones falsas.
Por ejemplo, uno de los procesados admitió que le decía a los clientes que la empresa que estaba promocionando entraría a cotizar en el mercado de valores de Nasdaq, aun sabiendo que eso no era cierto. También dijo que suplantaban a personas conocidas como táctica de engaño.
Con el fin de aparentar que funcionaban en el marco de la legalidad, el grupo de estafadores habría falseado números telefónicos, creado sitios web y hasta firmas de asesoría legal falsas para que sus víctimas pensaran que estaban en Estados Unidos y no en Colombia.
“Los demandados promocionaron agresivamente a Oroplata, Garmatex, PureSnax y otros emisores de acciones a posibles inversionistas, incluidas personas de edad avanzada, utilizando tácticas de venta de alta presión durante las llamadas telefónicas”, dice el expediente, que fue conocido por el medio anteriormente mencionado.
En la organización, de acuerdo a la información entregada por El Tiempo, habrían operado por lo menos unas diez personas, que se distribuían las tareas. Había unos que se encargaban de ‘enganchar’ a los clientes, convenciéndolos de invertir, y los ‘cerradores’ que finalizaban la venta.
La investigación indica que los otros acusados son Raymond Christopher Dove, que vive en Japón, y Chester Bruce Álvarez, Troy Gran-Brooks y Justin Plaizier, que viven en Medellín. De igual forma, otros procesados son los colombianos Lia Patricia Sepúlveda Salazar, esposa de Biller, y Edward López Giraldo, familiar de Salazar.
Por el lado de Jason Biller, se encontró que tenía una sanción de no poder participar en la industria de valores durante 10 años, que fue interpuesta por la Comisión de Valores de Columbia Británica. Además, en otra investigación se declaró culpable de cuatro delitos de robo y fraude relacionado por sus actividades comerciales y fue condenado a tres años de prisión en 2005.
Un agente encubierto fue necesario para recopilar todas las pruebas y desmantelar a la organización en 2018. Le dijo a los estafadores que tenía más de 30 millones de dólares de un cliente emisor y estuvo en Medellín haciendo grabaciones de la oficina donde operaban y de las reuniones que sostuvieron allí.
“¡Ingrese a su cuenta comercial y compre las acciones ahora! Aquí está nuestro historial. Esto es lo que hemos hecho antes. Normalmente, hacemos tres tratos al año, nuestro promedio de rendimiento comercial en los últimos ocho años ha sido de alrededor del 300%. Entonces, ahora mismo, toma una posición, ¿cuánto tiene disponible en su cuenta comercial en este momento?”, era una de las frases con las que este grupo atraía a sus clientes.
El documento afirma además que habrían alentado a personas con la necesidad de dinero para procedimientos médicos a que inviertan más, sin importarles que no fueran a obtener las utilidades ofrecidas.