La posible falta de méritos de los representantes colombianos en México sigue sin esclarecerse. Desde la oposición presentaron queja en contra del cónsul, Andrés Hernández; mientras que la investigación por el nombramiento del embajador Moisés Ninco Daza ya involucra a los funcionarios que aprobaron su perfil pese a no contar con título profesional.
Hernández respondió públicamente a una queja que presentó el activista Daniel Briceño ante la Procuraduría, en contra de Álvaro Leyva, por el nombramiento del cónsul. El presunto incumplimiento se basó en un concepto de la Función Pública que fue solicitado por el canciller para evaluar la posibilidad de nombrar a quien fue por años el jefe de prensa de Gustavo Petro en un cargo en el exterior.
El concepto señala que “revisando la documentación aportada en su comunicación, el señor Andrés Camilo Hernández Ramírez, no cumpliría con los requisitos exigidos para los cargos de Ministro Plenipotenciario, Ministro Consejero o Consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el Manual Específico de Funciones y de competencias Laborales, toda vez que debe acreditar como mínimo 8, 6 o 5 años de experiencia profesional”.
Para Briceño, el canciller Leyva desconoció esa situación y aún así nombró a Hernández en el cargo de cónsul en provisionalidad en el que se posesionó el 10 de febrero. La queja se radicó también en contra de la directora de Talento Humano del Ministerio y del nombrado.
Andrés Hernández, en respuesta, publicó otro aparte del mismo concepto de la Función Pública en el que se hace la salvedad que al tratarse de un cargo de provisionalidad podrá acreditar la experiencia profesional, o relacionada o adquirida en empleos de dirección, confianza o manejo.
“Al ser por provisionalidad, se deben cumplir los requisitos del Artículo 61 del decreto Ley 274 de 2000, los cuales señalan que en el caso que nos trae, es necesario acreditar título profesional O experiencia en caso de no tener título profesional (título que si cumplo)”, sostuvo Hernández.
El cónsul señaló que aún si no contara con título profesional como comunicador social, como acreditó su nombramiento, también podría sustentar sus requisitos en la experiencia, por lo que estará atento al llamado de las autoridades para responder cualquier requerimiento respecto a su ejercicio diplomático.
En el caso de Álvaro Moisés Ninco Daza, embajador de México nombrado por el canciller Leyva, la indagación sumó al ministro de Ciencia, Arturo Luna, quien conformó junto con el director del DAFP, César Augusto Manrique Soacha, y la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya Castaño, la comisión de evaluación de méritos para su nombramiento.
El funcionario que adelantaba la indagación desde el 15 de febrero decidió, un mes después, remitir a la Sala Disciplinaria de Instrucción el expediente debido a que involucra a un ministro. Por lo que será esa dependencia del Ministerio Público la que decida si abre investigación formal contra quienes acreditaron los requisitos de Ninco Daza.
Según la Procuraduría, al no contar con título profesional para el cumplimiento de requisitos, se decidió compensar su experiencia. “Compensación que, de acuerdo con el Decreto 770 de 2005, debe tener como fundamento una “experiencia sobresaliente en el desempeño de una disciplina, ocupación, arte u oficio””, sostuvo el Ministerio Público.
Montoya, la rectora de la Universidad Nacional, salvó su voto en la comisión de evaluación porque consideraba que Ninco Daza no tenía el mérito suficiente para ocupar el cargo por no haber terminado sus estudios universitarios. “Y sobre su experiencia laboral, expresó que no era la indicada para el papel fundamental que asumiría, si se tiene en cuenta la responsabilidad con México y la importancia como aliado comercial, político, económico y cultural, entre otros”, sostuvo la Procuraduría.