Siguen destapándose supuestas redes de acoso sexual al interior del Congreso. La más reciente, gracias a las denuncias recopiladas por el senador de la Alianza Verde, Jota Pe Hernández, según las cuales, el productor general del Canal del Congreso, John Jairo Uribe, drogaba a sus trabajadores para intentar acceder carnalmente a ellos.
“Él como uno no le accede voluntariamente, pues droga a la gente para poderla acceder” relató una de las victimas, que prefirió no revelar su identidad para proteger su vida. “Siempre trata de drogarlo a uno, traerle toda la droga que tenga para que ahí sí, ya después de drogado, uno ceda a sus peticiones”, complementó Daniel Sepúlveda.
Ellos, al igual que la presentadora Camila Sanclemente, no se habían atrevido a hacer una denuncia formal por temor a Uribe, quien pudo haber dañado su hoja de vida, iniciar una guerra de poder en su contra o, en el peor de los casos, hacerlos desaparecer.
“Esta persona llega un día y me pide que por favor, le presente una carta de renuncia porque, así como él me trajo aquí, me pide que me vaya. Que no llevemos esto a ninguna escala, que lo hagamos bajo cuerda, porque si yo me quedo entonces va a ser un tormento para él. Me escribió que no me sacaba de mi trabajo por objetos contractuales, porque yo haya fallado con algo de mi contrato o porque no haya cumplido alguna obligación. Me dijo que era porque ya no me quería en su equipo y que uno debe irse de donde no lo quieren” detalló Camila.
Sin embargo, se negó, debido a que su despido, de acuerdo con la abogada (no especifican de quién), no podría ser justificado. Pese a esto, al día siguiente de abordarla, Uribe volvió a preguntarle si ya tenía lista la carta de renuncia, ya que, según él, debía dejar pronto el cargo puesto que había entrado a ocuparlo un técnico de maquinas. Sobre lo cual, Camila, quiso hacer una salvedad: “dejo claro, presenté mi carta de renuncia bajo presión”.
De otro lado, Daniel comentó que el Congreso, es solo uno de tantos escenarios en los que ha sido victima de los abusos del Uribe “Llevo trabajando muchos años con John Jairo Uribe, desde el partido de la U, pero siempre he sido acosado por él (…) cuando no cedo a lo que quiere me saca del trabajo, siempre ha sido así, en la ESAP también sucedió, sucedió en el Partido de la U. Me ha tocado irme muchas veces y como mi situación económica no es la mejor, entonces acudo nuevamente al trabajo”.
Pero eso no es todo, además de ser victimas de acoso sexual, Daniel y el tercer denunciante, aseguran que Uribe llegó a despedir a varias personas que se negaban a entregarle una parte de su salario, cada mes: “Me despidieron los primeros días de febrero por no devolver un dinero”, “tienen que devolver un porcentaje cada mes a una bolsa”.
La tabla con la cifra que debían regresar a la supuesta bolsa era compartida por la hija del productor, Valeria Uribe, quien también trabaja en el Congreso “ellos están muy pendientes del pago de nosotros, entonces tan pronto nos pagan nos envían un mensaje de texto con la hija de él, y nos piden de una vez, como nos llega el pago tenemos que devolver esa plata”.
Daniel es desplazado de Chaparral, Tolima, y por su apretada situación económica se sintió forzado a trabajar con John Jairo, a pesar de ser acosado de manera constante “se vale de esa condición de desplazado, de no tener a donde llegar, donde parar”. Ese sería su modus operandi: ponerse en contacto con personas en situación de vulnerabilidad, de barrio, para luego ofrecerles empleo a cambio de ceder a todas sus peticiones.
“Él esto lo viene haciendo desde que lo conozco, Partido de la U, ESAP, campaña de Roy Barreras, ahorita acá en el Congreso, en donde viene con una forma de contratación en la que a todo el mundo le asigna sueldos exorbitantes, pero tienen que devolver plata” a la bolsa que, en algunos casos, llaman bodega, dividiéndose, entre trabajador y productor, el costo de la seguridad social.
En viajes de trabajo, continúa la denuncia, llevaba a Daniel y “decía que íbamos muy cortos de viáticos, entonces sacaba una cama doble para que durmiera con él, porque teníamos que sí o sí dormir en una misma cama”.
Con Uribe, relata el tercer denunciante “todo es con amenazas y si uno no se deja acceder sexualmente, entonces se enfurece. él cree que porque le dio trabajo a uno, uno tiene que dejarse acceder. le echa droga a uno; o sea, como decir, una pepa que le relaje el cuerpo y que lo deje totalmente vulnerable”.
La droga que utilizaría con sus victimas es conocida en el mercado como Tusi, puede llegar a costar entre 100 mil y 150 mil pesos por bolsa y, para un solo viaje, podía llevar entre 10 y 15, con tal de lograr algo con sus subordinados. Aunque, en un primer momento, utilizaba cocaína.
Antes de llegar a jota pe, Camila intentó contarle a otros senadores por lo que estaba pasando y su respuesta fue “No, tranquila, eso pasa”, pero, gracias a que logaron conocer sus historias entre ellos y algunos detalles como el audio que capturó Daniel, en el que se escucha como Uribe le exige devolver parte de su sueldo y lo amenaza con hacerle la vida imposible, reunieron sus testimonios y llegaron todos a Jota Pe.
“Ya interpusimos la denuncia ante la Fiscalía. Entregamos las diferentes pruebas, entre ellas testimonios, audios, chats, fotos, videos y exigiremos que los victimarios paguen, que las victimas sean reparadas y que, finalmente, se haga justicia” concluyó el senador, quien, añadió que acompañará durante todo el proceso a quienes depositaron su confianza en él, para asegurarse de que les restablezcan sus derechos laborales y les devuelvan lo que les robaron.
Por lo que, solicitó urgentemente a la directora administrativa del senado, la doctora Astrid Salamanca, que retire de su cargo a Uribe, antes de que logre seguir chantajeando y amenazando a sus trabajadores, que, unidos, reunieron la fuerza para actuar.