La llegada de la excongresista y hasta hace unos días fugitiva de la justicia colombiana, Aida Merlano al país, ha creado expectativas en varios sectores políticos y sociales que se encuentran a la espera de los secretos y las revelaciones que podría traer. Desde que huyó por la ventana de un consultorio hasta la fecha, la mujer ha sostenido en sus diferentes intervenciones que tiene pruebas en contra de sectores políticos importantes de la costa caribe y quienes en su momento le financiaron la compra de votos para que fuera elegida como senadora.
Recordemos que tras dar su versión de los secretos que conoce, además de hacer pública en medio de campañas presidenciales la relación que sostuvo con Alex Char y el dinero que le habría facilitado, en promedio, unos 500 millones de pesos para su campaña, también ha sostenido que dentro de la corrupción del Atlántico se encuentran, presuntamente, además de los Char, los Gerlein, y los senadores José David Name y Laureano Acuña.
Sin embargo, en su momento aseguró que para revelar los secretos de los clanes políticos tradicionales de su región, la justicia colombiana debería brindarle el principio de oportunidad que es, de acuerdo con la ley colombiana:
“La facultad constitucional que le permite a la Fiscalía General de la Nación, no obstante que existe fundamento para adelantar la persecución penal, suspenderla, interrumpirla o renunciar a ella, por razones de política criminal, según las causales taxativamente definidas en la ley, con sujeción a la reglamentación expedida por el Fiscal General de la Nación y sometido a control de legalidad ante el Juez de Garantías”, señala la ley 1312 de 2009.
En ese sentido, hace un año en entrevista para la revista Cambio, Merlano señaló varios asuntos que pueden ser pistas de lo que probablemente revelará, entre lo que mencionó es que la compra de votos que ha sido tradicional en la costa se estaría dando con los dineros de la nación.
“Para nadie es un secreto que en el Atlántico y en toda la región Caribe se compran votos. Pero aquí el tema importante es que se compran con los dineros de la nación, con esos contratos que son entregados a dedo, con unas licitaciones amañadas entre los contratistas que hacen parte de ese concierto para delinquir. Ellos son los financiadores de las campañas de casi todos los políticos del Atlántico. Es decir que, en los últimos años, así ellos no estén, el clan Char es quien termina eligiendo a los políticos. ¿De dónde sacan el dinero para seguir manteniendo ese andamiaje político y esa estructura criminal? Pues sencillamente de la financiación de las coimas recibidas por los contratos”, manifestó la política.
Para la misma época que Aida Merlano sacó a la luz la relación amorosa que sostuvo con Alex Char mencionó varias cosas, pues además de confirmar la compra de votos en su región, comentó las estrategias que se mantenían entre los diferentes clanes, las amenazas que supuestamente recibió estando en la cárcel y antes por su relación extramatrimonial con el exalcalde de Barranquilla y demás.
“Hay un tema al que yo le tengo mucho pavor. Fue el mismo Héctor Amarís, el que me dijo que Fuad Char era muy peligroso. Me dijo que él tenía encaminado a su hijo a la presidencia y que no iba a permitir que yo me le atravesara. Sus palabras fueron: “Tú manejas a Álex con el dedo y ya Fuad se está dando cuenta. Y si él fue capaz de matar a su hermano y desaparecerlo, ¿qué crees que pueden hacer contigo?”, comentó al medio colombiano en su momento la política que hoy se encuentra detenida.