Pese al toque de queda que la Gobernación de Antioquia decretó en 12 municipios por el paro minero, en la noche del 10 de marzo se registraron enfrentamientos entre encapuchados y la fuerza pública en el área urbana de Tarazá y en el corregimiento de Jardín de Tamaná, en Cáceres.
Una fuente consultada por la revista Semana le reportó al medio que, al parecer, personas encapuchadas –aún no identificadas– intentaron prenderle fuego a la estación de Policía del corregimiento de Jardín de Tamaná, en Cáceres.
El hecho, según la fuente de la publicación bogotana, desencadenó una serie de enfrentamientos entre los encapuchados y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), quienes intentaban contener los actos vandálicos. Al parecer, las personas no identificadas lanzaron piedras y objetos contundentes a los uniformados.
Aunque las autoridades hasta el momento no se han pronunciado al respecto, de acuerdo con la información obtenida por Semana, en medio de esos enfrentamientos una persona habría resultado lesionada con un arma de fuego.
En el vecino municipio de Tarazá, entre tanto, se reportaron ráfagas de disparos y enfrentamientos entre civiles con la Policía y el Ejército Nacional, quienes intentaban contener la situación, así lo conoció Caracol Radio.
Según los reportes del mismo medio, la situación fue igual en Caucasia donde un grupo de jóvenes y miembros del Esmad se enfrentaron, por lo que los uniformados se vieron en la necesidad de desplegar las tanquetas para dispersar a las personas.
Al parecer, la delicada situación que se vivió en el Bajo Cauca antioqueño en la noche del viernes 10 de marzo podría ser una retaliación a la orden que dio el Gobierno nacional de despejar las vías bloqueadas producto del paro minero en la región, de acuerdo con los reportes de Caracol Radio.
Es de recordar que la situación se dio durante el toque de queda que anunció en la tarde de ese viernes 10 de marzo el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, en 12 municipios del departamento, con el fin de garantizar el orden público y coordinar la acción de la fuerza pública en el marco del paro minero.
De acuerdo con el decreto, la medida prohibía la circulación de los habitantes de seis municipios del Bajo Cauca, cinco del Nordeste y uno del Norte de Antioquia, entre las 6:00 de la tarde del viernes 10 de marzo y las 6:00 de la mañana del sábado 11 de marzo.
Las zonas puntuales en las que regía el toque de queda, eran:
- Bajo Cauca: Caucasia, Cáceres, Nechí, Tarazá, El Bagre y Zaragoza.
- Nordeste: Yaií, Vegachí, Remedios, Segovia y Yolombó.
- Norte: Valdivia.
Según el documento, las únicas personas que estaban exentas de la medida eran el personal del sector de la salud y aquellos habitantes que laboran en empresas de servicios públicos fundamentales.
“Las actividades de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y organismos de seguridad del Estado, así como de la industria militar y de defensa; además de los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación, de la Rama Judicial, de la Procuraduría, de la Defensoría del Pueblo, de las Personerías Municipales, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario y del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres”, se leía en el documento.
Frente a los enfrentamientos que se registraron entre los encapuchados y miembros de la fuerza pública en la noche del viernes 10 de marzo, el gobernador Aníbal Gaviria rechazó a través de sus redes sociales los hechos y pidió que cese la violencia en el marco del paro minero.
“¡Que pare el paro violento ya! Rechazo total a vías de hecho y alteración del orden público en el Bajo Cauca durante la noche y la madrugada. Insistimos en la búsqueda de soluciones pacíficas al drama social generado por la minería ilegal. ¡Queremos un Bajo Cauca en paz!”, fue el mensaje compartido por el mandatario regional de Antioquia a través de su cuenta de Twitter.