Las EPS del régimen subsidiado tienen preocupaciones sobre la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro. Estas fueron expuestas en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes que tuvo, el 8 de marzo, la primera audiencia pública sobre el proyecto. La encargada de exponer las preocupaciones de las EPS fue Carmen Eugenia Dávila, directora de Gestarsalud, el gremio de las entidades del régimen subsidiado.
Dávila comenzó su intervención agradeciendo la voluntad de consenso y diálogo que el presidente Gustavo Petro ha manifestado para la discusión de la reforma a la salud. Enseguida señaló cuáles son las preocupaciones que persisten en el gremio que ella representa.
Una de sus preocupaciones radica en el rol que cumplirán las EPS en el sistema propuesto por el proyecto de reforma, pues advirtió que este nuevo sistema de salud las obliga a someterse a un régimen tarifario que reduce por completo las posibilidades de operación. Insistió, también, en que las EPS han desempeñado “un rol fundamental” para que las comunidades vulnerables puedan acceder a servicios de salud.
Dávila también señaló que, la desaparición de EPS, algunas por insolvencia financiera, no solo tenían problemas con los dineros que les giraba el Estado, sino por problemas distintos: “Una cosa es que las EPS hayan malgastado los recursos, otra cosa es que por problemas distintos, incluso por temas de desplazamiento, hayan tenido que desaparecer”, explicó Dávila.
La directora de Gestarsalud también señaló que al gremio le preocupan los manejos de los dineros públicos y el impacto fiscal de la reforma: “Vemos un riesgo de que los recursos se usen para fines distintos que no son la seguridad social”.
Dávila, en entrevista con Infobae Colombia, ya había señalado que entre los riesgos de la reforma está la falta de articulación entre los Centros de Atención Primaria (CAP) y los centros de atención de segundo y tercer nivel y la burocratización del sistema.
“Nosotros consideramos que era importante mejorar algunos aspectos del sistema y en ese sentido estábamos de acuerdo con que se hiciera una reforma que construya sobre lo que ya se había construido. Pero, lo que vemos en la propuesta es todo lo contrario: está destruyendo lo construido y esto creo que no le conviene a nadie, ni a los millones de personas y colombianos, ni al talento humano en salud, ni a los funcionarios públicos que ayudaron y que aportaron en la construcción de este sistema. Pero, fundamentalmente, no le conviene a las personas y a los beneficiarios de del sistema de salud”, advirtió Dávila en su momento.
Sobre la sostenibilidad financiera del nuevo sistema Dávila señaló que “en el esquema que se está planteando, las entidades prestan servicios con presupuestos históricos estimados. Entonces, cuando el presupuesto se acabe, va a pasar lo que pasaba hace 30 años: hasta ahí llegamos”.
Las cinco preocupaciones de las EPS
El sistema de salud colombiano está conformado por las EPS del sistema subsidiado, que agremia Gestarsalud, y las del régimen contributivo, que agremia Acemi. Este último, en cabeza de Paula Acosta, su directora, ha enunciado que tienen cinco preocupaciones sobre la reforma a la salud que se tramita actualmente en el Congreso de la República.
La primera preocupación tiene que ver con que la pérdida de acceso al derecho de pacientes y actores del sistema. La segunda, la gobernanza del sistema, pues advierten que en la reforma se “planea construir nuevas capacidades institucionales”. La tercera, la falta de claridad en cómo se sostendrá, financieramente, el nuevo sistema. La cuarta, la falta de claridad en la transición, y la quinta, las facultades extraordinarias que tendría el Gobierno nacional en cabeza del presidente Petro.