Gloria Inés Ramírez y su defensa a la reforma laboral: “Recorte de derechos no es la vía para generar empleo”

Se espera que en los próximos días, tanto la reforma laboral como la pensional, sean concertadas en la comisión permanente de políticas laborales y salariales integradas por las centrales sindicales, empresarios y Gobierno nacional

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La Reforma Laboral se presentará el 16 de marzo ante el Congreso de la República. Foto Ministerio del Trabajo.
La Reforma Laboral se presentará el 16 de marzo ante el Congreso de la República. Foto Ministerio del Trabajo.

El martes 7 de marzo, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, expuso los avances del proyecto de ley de la reforma laboral, que se presentará el 16 de marzo ante el Congreso de la República, durante el foro: Logros y retos de las trabajadoras en Colombia, organizado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación General del Trabajo (CGT).

En un primer punto, la jefa de la cartera de Trabajo sostuvo que el objetivo principal de la reforma del Gobierno nacional será la estabilidad laboral, y por ende, los contratos a término indefinido.

“También queremos empresas sostenibles, potentes y productivas, pero sin precarización laboral, por eso en la construcción del proyecto de reforma laboral llevamos al centro al ser humano, al trabajador y trabajadora para que sus derechos sean respetados y sus horas de trabajo, valoradas y remuneradas de manera justa”, aseguró Gloria Inés Ramírez.

En el encuentro con las organizaciones de trabajadores, la funcionaria del Gobierno nacional enfatizó en la importancia de recuperar los derechos que fueron perdidos con la entrada en vigencia de la Ley 789 de 2002.

“Los recargos nocturnos y las horas extras queremos que se les devuelvan a los y las trabajadoras, recordemos que la meta de esa ley era generar cerca de 600 mil empleos en un año sacrificando los derechos laborales y solo se lograron 240 mil puestos de trabajo, es decir que el objetivo no se cumplió, pero durante más de 21 años si ha existido un recorte de derechos”, puntualizó, la titular de la cartera laboral.

La Ley 789 de 2002 se orientó a flexibilizar el mercado laboral, aumentando la duración de la jornada diurna y disminuyendo los recargos por concepto de nocturnos, dominicales, festivos y horas extras. Esta reforma, que buscaba aumentar el empleo formal, puede ser vista en un principio por sectores que emplean gran cantidad de mano de obra como un gran ahorro para las empresas y una pérdida de ingresos por parte de los trabajadores.

Se espera que en los próximos días, tanto reforma laboral como pensional, sean concertadas en la comisión permanente de políticas laborales y salariales integradas por las centrales sindicales, empresarios y Gobierno nacional, para que estas continúen al camino al Congreso el 16 de marzo.

Aunque la reforma laboral que presentará el Gobierno de Gustavo Petro está alineada con los pedidos de los trabajadores, es muy criticado por los empresarios.

Por ejemplo, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) recalcó la preocupación del sector empresarial frente a los efectos que tendría la aprobación del proyecto de ley. En una encuesta realizada por el gremio se evidencia que los sobrecostos laborales estarían por encima del 20%, teniendo en cuenta la reducción de la jornada laboral, la cual cada año se restaría una hora hasta llegar a las 42 horas semanales, más el incremento del salario mínimo en un 16%.

En el documento, Fenalco señaló que este proyecto de ley está encaminado a favorecer y proteger los derechos de todos aquellos que hoy gozan de un empleo formal y no se ocupa de los 3.413.000 desempleados que hoy tiene el país, así como tampoco de los 12.573.000 informales, es decir, el 64% de la fuerza laboral del país.

Para los trabajadores, representados por la CUT, es esencial que en la reforma laboral quede establecido una igualdad de oportunidades para los trabajadores, así como una remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo, estabilidad en el empleo y una irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales y la posibilidad de transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles, entre otras.

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