Han sido días de constante movimiento dentro de la administración de Gustavo Petro. La salida de ministros ha mantenido a la opinión pública bajo la expectativa respecto al rumbo que ahora tomará la presidencia del jefe del Pacto Histórico. En medio de ello, el diario El Espectador tuvo acceso a dos cartas en la que diferentes gremios manifiestan su apoyo a Laura Gil, viceministra de Asuntos Multilaterales, luego de que se rumorara que su salida del gabinete también sería certera.
Las misivas, con fecha del 6 de marzo, destacan que la funcionaria ha sido una parte fundamental en lo que respecta a la defensa de derechos. Ambos documentos fueron dirigidos a los despachos del mandatario colombiano y del canciller Álvaro Leyva.
“Desde su llegada al Gobierno, la funcionaria ha mantenido una política de puertas abiertas para la sociedad civil y para todos aquellos defienden los derechos humanos en el país, la cual es fundamental para orientar el desarrollo de las políticas públicas de forma democrática y que ha renovado la relación con la ciudadanía”, se lee en una de las cartas que aparece firmada en representación de 76 entidades colombianas que abogan por los derechos humanos.
Dentro de las 76 están Colombia Diversa, Católicas por el Derecho a Decidir, Asociación de mujeres constructoras de paz del departamento de Sucre, Asdown, La mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres y la Universidad Externado de Colombia.
En la otra carta, que cuenta con la aprobación firmada de 78 organizaciones de América Latina y Europa, se destaca que la viceministra, en lo que respecta al plano internacional “tanto para derechos de personas LGBTIQ+, de mujeres, de personas afro, personas con discapacidad, indígenas, migrantes e incluso en materias tan importantes como los derechos sexuales y reproductivos, defensa del Estado de derecho y protección del medio ambiente, Colombia ha sido una aliada clave”.
Dentro de las 78 están, entre otras, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristan, de Perú; Casa Rara, de Costa Rica; International Planned Parenthood Federation; Cladem, de Uruguay; Gestos, de Brasil, entre otras.
Es de recordar que Gil tiene en su historial de acciones varias en pro de las comunidades que hoy la defienden. En medio de su discurso en la Asamblea General de la OEA, llevada a cabo en Lima, comentó: “la paz total tiene cara de mujer, (...) cara LGBTI”. “Su discurso fue un aliciente muy importante para quienes trabajamos por un avance estratégico y consistente por la democracia y los derechos humanos en la región”, comentó la firmante de una de las cartas, la mexicana Gloria Careaga, coordinadora general de la Fundación Arcoiris.
De hecho, a su llegada al cargo en el gobierno de Gustavo Petro, el 22 de agosto de 2022, emitió un comunicado en el que anunció que Colombia estaba fuera del ‘Consenso de Ginebra’, aquel acuerdo internacional en el que se manifiesta el rechazo al proceso del aborto. Colombia se convirtió en parte de aquel acuerdo luego de la firma de Alejandro Ordóñez, quien para aquel momento se desempeñó como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Hacia noviembre de 2022, por el otro lado la viceministra Gil informó que Colombia ratificaría la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia y la Convención Interamericana, aquella que lucha contra toda forma de discriminación e intolerancia.
“La llegada de Laura Gil a la Cancillería ha sido muy significativa para los movimientos sociales porque en siete meses ha logrado poner al día los compromisos pendientes de Colombia en materia de derechos humanos”, destacó, por su lado, Wilson Castañeda, firmante de la carta y director de Caribe Afirmativo, organización colombiana destinada a trabajar por los derechos de la población LGBTIQ+.
“Gil ha tenido un claro liderazgo en espacios muy importantes de cooperación internacional e intercambio sobre programas de desarrollo social”, añadió Marta Royo, firmante de una de las cartas y directora ejecutiva de Profamilia.
De acuerdo con los colectivos firmantes, la salida de Gil sería la pérdida de una importante aliada.