La urgencia del presidente Gustavo Petro por alcanzar una tregua con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) no se materializaría en las negociaciones que se adelantan en México. La delegación insurgente va a pasos más lentos y, en el segundo ciclo de conversaciones, esperarían alcanzar apenas unas ideas iniciales sobre cómo hacer el cese al fuego.
El negociador del ELN, Aureliano Carbonell señaló, al Canal 2 de Cali, que en el segundo ciclo se ha discutido la agenda de diálogos que se espera concluir durante la actual Mesa de Conversaciones. Se evaluó la implementación de los acuerdos alcanzados en el primer ciclo de Caracas, así como los resultados de la caravana de alivios humanitarios y el marco de la participación de la sociedad.
“En este ciclo aspiramos a que queden unas ideas iniciales al menos de cómo puede ser un cese al fuego bilateral, nacional y temporal”, señaló Carbonell, uno de los miembros de la delegación insurgente. La prioridad es terminar de definir la agenda de los diálogos.
El delegado de la insurgencia aclaró que “cualquier acuerdo sobre el cese al fuego es un cese al fuego que estamos trabajando con el Gobierno, ya cómo se resuelven otras gestiones que está haciendo el Gobierno en relación a la situación con otros grupos que van a quedar incorporados en la ley de sometimiento, es un tema distinto. Estamos hablando de un cese bilateral entre el ELN y el Gobierno, en este caso”.
Según Carbonell, la mesa del Gobierno nacional con el ELN es diferente de los demás acercamientos de paz que adelanta el Alto Comisionado para la Paz con otras estructura armadas. Se trata de un proceso particular, por lo que uno de los acuerdos que tomaron relevancia en este segundo diálogo fue el reconocimiento político de la guerrilla.
“¿Realmente con quién se va a sentar el gobierno? Con una organización armada rebelde de carácter político, un punto que estaba en compromiso en la agenda anterior y en esta hay posibilidades de dejar eso de manera más precisa”, sostuvo Carbonell.
Durante las reuniones se han definido varios de los objetivos de la mesa, así como precisar el contexto de la participación de la sociedad. Esperan alcanzar a dejar establecida la agenda de diálogos que es el marco del proceso, el contexto en que se trabajará, los puntos y los parámetros que regirán la mesa y el proceso.
“Hay nuevas realidades en el país, hay un nuevo gobierno y vimos que era conveniente hacer unos ajustes y en eso estamos”, agregó el miembro de la delegación insurgente. En ese sentido, no fue una prioridad para el ELN alcanzar una tregua en las hostilidades con la fuerza pública, como en dos ocasiones lo propuso el Gobierno nacional de Gustavo Petro.
En cambio, se avanzará con los alivios humanitarios en Bajo Calima y Medio San Juan, en el Pacífico, donde se adelantó la Caravana Humanitaria acordada en el primer ciclo. De esta se adelantó un informe que ya fue acogido por la mesa de diálogos, con lo que se espera empezar a definir acciones concretas.
A corto plazo, según Carbonell, las acciones serán asumidas por el Gobierno para brindar atención a “las personas que han salido del territorio”, en cuanto a atención humanitaria. “Algunas medidas de mediano plazo, no tan inmediatas, que permitan generar una nueva situación en el territorio mediante el compromiso del gobierno en tomar medidas frente a la presencia muy crítica de los grupos paramilitares en la zona y que ello lleve a una situación mejor de la población”, sostuvo el negociador.
El segundo ciclo de conversaciones terminaría el 10 de marzo donde la mesa tomaría un receso para analizar las estrategias, los avances y logros para continuar con la discusión en un tercer momento.