Por medio de un plan de huertas caseras se espera fortalecer la seguridad alimentaria en zonas urbanas y periurbanas en la capital del Valle del Cauca, esta propuesta se puso en marcha de la mano del Gobierno de la ciudad y con el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en la sede Palmira.
Los beneficiarios han asistido a los talleres sobre seguridad y soberanía alimentaria, planeación y construcción de huertas agroecológicas, manejo de organismos acompañantes de cultivos, custodio de semillas, calidad y conservación y asociatividad.
Con los huerteros de la zona rural se trabajan temas de reforestación, gallinas ponedoras, pollos de engorde, capacitación en la elaboración de bioinsumos agroecológicos para que sean usados como insecticidas naturales, entre otros.
En el proyecto se incluyen personas provenientes de otros departamentos como el Cauca, Chocó, y el Pacífico que residen en Cali. Hay huertas en las instituciones educativas con estudiantes de nivel primaria y secundaria, otras lideradas por mujeres, también por reinsertados y de los que tienen como pasatiempo de los antejardines o patios para sembrar alimentos.
Según Diego Ángel, profesor de la Universidad Nacional sede Palmira, se está generando una semilla para fortalecer la red de huertos ecológicos en Cali, ya que “además de las capacitaciones y los talleres, se han establecido huertas madre básicas para las comunas, y en las próximas semanas les entregaremos kits con semillas, micorrizas y abonos especializados para las plantas, entre otros elementos”.
La coordinadora del Grupo de Gobernanza y Cultura Ambiental del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (DAGMA) Ruddy Ocoro Montaño, corroboró que el objetivo de la iniciativa es que los ciudadanos reemplacen algunas plantas por cultivos de pan coger de frijoles, tomate cherri, hortalizas y legumbres, como “una estrategia de educación ambiental y de fomento a la alimentación”.
Acorde a la funcionaria, hay personas que tendrían en sus viviendas algún tipo de huerta, y otros que arrancaron de cero gracias a la convocatoria. “La primera parte del proyecto busca educar alrededor de las huertas: enseñarles a los ciudadanos a sembrar, a identificar las semillas, a conocer el proceso que estas deben tener en cada temporada del año y a hacer abonos”.
Gran parte del triunfo del convenio pactado se reflejó en la asistencia de más de 250 huerteros provenientes de Cali al evento en donde cada quien compartió sus saberes en la aplicación de los procesos ecológicos en los sistemas de producción agrícola, que se realizó por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Palmira.
Durante la jornada se contó con la posibilidad de intercambiar conocimiento y experiencias de sus huertas y cultivos por medio de talleres que se llevaron a cabo durante el día.
Las huertas como opción de seguridad alimentaria
En espacios como el patio, la terraza o el antejardín se pueden sembrar alimentos como hortalizas, verduras, legumbres, frutas y plantas medicinales. Lo único que se necesita para darle estructura a la iniciativa es unas materas, tierra, semillas, abonos que pueden ser naturales, insecticidas naturales y el interés por beneficiarse de una huerta propia.
Para darle forma a la idea lo primero que se debe tener en cuenta es que se pueden sembrar alimentos que no ocupen mucho espacio y a su vez tengan alta cantidad de nutrientes, ejemplo de ello es el rábano, que da frutos en cuarenta y cinco días, la lechuga, la col, la papa amarilla o el tomate cherri son productos que tardan hasta tres meses en producir.
Aparte de las verduras y las legumbres se puede también cultivar plantas de tipo condimentarlo como el cilantro, la albahaca, el cebollino, el laurel y el romero, entre otras medicinales como la caléndula, el aloe vera, la manzanilla y la limonaria.