En el plano internacional se han reportado delicadas emergencias relacionadas con sismos en los últimos meses; si bien, la tierra nunca deja de moverse, algunas de estas actividades son mucho más perceptibles para la ciudadanía. En Colombia, este fenómeno genera una amplia preocupación por los antecedentes, situación que insta a los expertos a mantener en constante alerta y aclarar cualquier tipo de desinformación sobre el mismo.
Infobae consultó con expertos sobre la trascendencia de estos fenómenos naturales y el impacto que pueden casuar el país, resaltando que el territorio nacional se ubica en una zona con un alto nivel sísmico, pues el 80% de la población colombiana está en zona de cordilleras, además de estar ubicada sobre dos placas de alta importancia, que son la de Nazca y la Sudamericana.
Flover Rodríguez-Portillo, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP), le explicó a Infobae la importancia que tiene la ubicación geográfica de Colombia, con relación a la sismicidad del territorio. Para Rodríguez, los movimientos telúricos hacen parte de las denominadas expresiones que emana la tierra, esto, gracias a que el país cafetero se encuentra sobre dos placas tectónicas de gran importancia.
“Colombia es un país con una diversidad geológica interesante, el hecho de que el país está ubicado en esta esquina noroccidental de Sudamérica, hace que se haya configurado toda una serie de expresiones geológicas, acá tenemos la interacción de placas tectónicas, tenemos la Placa Sudamericana que está donde básicamente está el continente, tenemos la Placa de Nazca en el occidente, que es esa digamos la placa oceánica y que genera esa interacción en el Pacífico; el choque de esas dos placas genera una serie de fenómenos muy particulares en nuestro país”, expresó.
Diferencia entre intensidad y magnitud
Cuando se registra un sismo, es común que tanto la población como los mismos medios de comunicación se pronuncien de manera inmediata y traigan a colación términos como magnitud e intensidad y aunque suenan parecidos son totalmente diferentes.
“La gente del común y los medios de comunicación usan los términos magnitud e intensidad, pero son conceptos totalmente diferentes que vale la pena aclarar: la magnitud de un terremoto es una medida que nos da una idea de la energía que liberó ese terremoto, pero la intensidad es una medida que nos dice la capacidad de destrucción que puede tener ese terremoto”, expuso Flover Rodríguez-Portillo.
Cabe resaltar que, la magnitud se mide en escala de Richter, mientras que la intensidad es cuantificada basándose en la escala sismológica de Mercalli, cuyos grados pueden ir de I a XII, grados que se diferencian entre lo más débil a lo más catastrófico.
¿Se puede predecir un sismo?
Actualmente, es algo imposible de determinar, pues el mismo planeta Tierra presenta una amplia dinámica respecto a sus movimientos, teniendo en cuenta que, no se trata únicamente de predecir cuándo va a templar, sino, poder determinar la intensidad, magnitud, profundidad y demás factores de importancia.
De acuerdo con el doctor John Makario Londoño Bonilla, director de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano (SGC), a pesar de que, Colombia cuenta con amplio equipo para la detección de sismos, predecir estos es algo que no se puede hacer, pues señaló:
“No es posible predecir un sismo por muchas razones, primero porque la Tierra es muy dinámica, segundo porque en todo el planeta hay posibilidades de que tiemble, es muy vasto el territorio en donde puede temblar en cualquier momento, entonces detectar el sitio exacto en donde puede temblar es imposible con las tecnologías que tenemos en este momento, y si así pudiéramos detectarlo, todavía quedarían cosas muy difíciles de predecir”.
¿Cuáles son las zonas con mayor sismicidad de Colombia?
A lo largo y ancho del país hay una importante extensión de redes sísmicas, las cuales se encargan de registrar todos los movimientos telúricos del país, claro está que, en las redes sociales del Servicio Geológico Colombiano no se publican todos, pues algunos son imperceptibles, pero claramente, hacen parte de las anotaciones de la institución.
El director de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano (SGC), señaló:
“El Servicio Geológico Colombiano cuenta con redes de monitoreo; tenemos la red sísmica nacional, las estaciones sísmicas, tenemos redes más locales en los observatorios vulcanológicos y sismológicos de Manizales, Pasto y Popayán, que se encargan no solamente del monitoreo de sus volcanes, sino también, de la sismicidad en sus alrededores”.
En función de lo explicado anteriormente, en Colombia, segundo a segundo tiembla, empero, algunas regiones presentan mayor actividad de esta índole, resaltando las que se encuentran sobre las cordilleras y en el litoral pacífico, tal como lo explica Londoño Bonilla.
“Desde el punto de vista sísmico, hay un mapa de amenaza basado en la norma sismo resistente que muestra que toda la parte del Pacífico, el borde llanero, digamos del Norte de Santander y Santander, tiene amenaza alta, así como la parte central de Colombia en medio y también en parte de la Costa Atlántica. Ya lo que viene siendo los Llanos y la Amazonía sería amenaza baja”, sintetizó Londoño.
La importancia de prepararse
Los dos especialistas tienen un punto en común, pues la población insiste en avanzar en tecnologías que permitan predecir sismos; sin embargo, surge un concepto de mayor importancia, que es la prevención, pues esto permite que la ciudadanía adelante dinámicas previas, durante y luego del terremoto o temblor.
Flover Rodríguez-Portillo señaló:
“¿Qué es más importante, predecir un terremoto o prepararnos para los potenciales daños que pueda tener un territorio?, predecir un terremoto, no creo que ayude mucho porque si yo digo que en Bucaramanga habrá un terremoto de 7 grados en 24 horas cundirá el desespero, pero no, es algo que me gustaría transmitir a la sociedad; es más importante que invirtamos en preparar nuestros territorios, estar preparados en términos de infraestructura, en términos de pedagogía social, que nuestra sociedad esté preparada para atender un evento como estos”.
A esto, John Makario Londoño Bonilla añadió:
“La importancia radica en la preparación que tanto nosotros gestionamos desde lo personal, la gestión del riesgo es un proceso social desde una persona hasta la autoridad máxima, entonces es una cosa de corresponsabilidad y cada persona debería tener su propio plan, por ejemplo, de emergencias con su familia en dónde nos encontramos, cuál es el kit que tengo en mi casa preparado por si ocurre un sismo”.