Otro sector se va a paro por falta de garantías para continuar con su trabajo, en esta ocasión de los paneleros en Santander, asegurando que no es viable ejercer dicha labor porque cada día están trabajando a pérdidas y sin recibir ninguna clase de apoyo.
La situación afecta a buena parte de Colombia, ya que en el departamento se produce el 16% comercializado y unas 1.500 toneladas semanales, pero los costos están por los suelos y casi toda la industria está al borde de la quiebra. Es por esa razón que los trabajadores cesaron las actividades hasta que las autoridades departamentales escuchen sus quejas y peticiones, y llegar a un acuerdo para controlar el precio de la panela y que las familias no sigan trabajando a pérdidas.
Intención de diálogo
Omar Ballesteros, presidente del Comité de Paneleros de Santander, habló para Vanguardia Liberal sobre la decisión de los trabajadores en los trapiches para detener sus actividades, pero dejando claro que tienen intenciones de dialogar con las autoridades departamental para encontrar soluciones.
“Hemos llegado al acuerdo de paralizar, pero también hemos traído a algunos representantes de la Gobernación, de la Secretaría de Agricultura, por la inconformidad que tienen los paneleros, de la ausencia de este Gobierno ante esta crisis que tenemos los paneleros”, afirmó.
“Hay muchas panelas represadas”
Ballesteros explicó que la situación será muy grave para el país si no se llega a un acuerdo con los trabajadores, ya actualmente no han podido comercializar las panelas que estaban listas para salir a los diferentes distribuidores.
“El gremio panelero es el segundo generador de empleo en el campo después del café. Tenemos que paralizar la producción de panela porque en este momento hay muchas panelas represadas que no se han podido vender. Algunos dicen que la panela pulverizada que se consume en la parte industrial está muy estancada también. Entonces, se paralizaron las compras y necesitamos que el gobierno local nos escuche”, afirmó.
Indignados con el gobierno departamental
En charla con la emisora Blu Radio, Ballesteros aseguró que la Gobernación de Santander no ha hecho nada para ayudar a los paneleros, por lo que fue necesario entrar en paro para que se sienten a dialogar en los próximos días.
“Nosotros miramos que, en otros departamentos, los paneleros tienen proyectos de mejoramiento, hay conversión tecnológica, en Risaralda hay proyectos por más de doce mil millones, en el Cauca por más de quince mil millones. Y en Santander no hemos tenido la primera ayuda ni el primer convenio, no hay nada”, señaló el presidente del Consejo.
Cuentas nada alegres
Al ser el segundo sector que genera empleo en Colombia después del café, como dijo Omar Ballesteros, los números con los que se mantienen son terribles y que afectan a cerca de 10.000 familias en los trapiches de Santander.
Según lo presentado por Vanguardia Liberal, un kilo de panela se está vendiendo en el mercado en precios entre los $2.200 y los $2.400, pero por el costo de producción debe estar por encima o superior a los 3.000 pesos.
Mariela Acuña, productora de panela de Güepsa, Santander, uno de los primeros municipios donde se detuvo la actividad en los trapiches, habló para Caracol Radio sobre la grave situación que viven las familias que dependen de esta labor.
Aseguró la mujer que debieron despedir a empleados por la falta de recursos, al igual que los cortadores de caña que la transportan a los sitios de producción, asegurando que se debe a que no pueden colocar el precio ideal para no trabajar a pérdidas: “Ellos, los comerciantes, son los que dicen a como se va a apagar el kilo de panela y no dejan que el productor sea el que lo imponga”.