La situación en el corregimiento de Los Pozos, en el municipio de San Vicente del Caguán (Caquetá) continúa bajo alta tensión, luego de que se reportara la muerte de un campesino y de un policía que atendía el llamado por la asonada que se reportó en la madrugada del jueves 2 de marzo en la sede de la compañía petrolera Emerald Energy, donde resultaron retenidos por los manifestantes 76 uniformados.
Ante la situación, el presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, le solicitó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que medie para la liberación de los miembros de la Fuerza Pública que están en poder de las personas que protestan contra la mencionada petrolera y a la que le exigen que cumpla su compromiso de pavimentar los 42 kilómetros de la vía que conduce de San Vicente a Las Delicias.
“Le solicito a la Cruz Roja su presencia para atender humanitariamente las personas retenidas. Espero de las personas retenedoras la liberación unilateral de los funcionarios del gobierno antes de que se propicie una nueva escalda de violencia (sic)”, afirmó el jefe de Estado en su cuenta oficial de Twitter.
También aseguró que los manifestantes están siendo instrumentalizados por organizaciones que pretenden mantener la violencia en el país para beneficio propio.
“Tenemos un movimiento popular que por su exclusión y por el influjo de grupos que quieren destruir este gobierno y sumir a Colombia en la guerra, ha terminado asesinando un joven policía campesino, y propiciado la destrucción del primer gobierno progresista de este siglo (sic)”, señaló.
El mandatario solicitó a las autoridades judiciales para que tengan celeridad en sus investigaciones para establecer las circunstancias en que ocurrieron los dos mencionados homicidios.
“Las extremas se juntan en la práctica. La fiscalía, como es su deber, debe investigar e individualizar a los criminales que provocaron las muertes en el Caquetá. Espero del campesinado nacional su colaboración para liberar los funcionarios de mi gobierno retenidos (sic)”, pidió, para concluir con un llamado a que cesara la violencia que suscitó la asonada en la petrolera: “Es la Paz el objetivo del Pueblo, no destruyan su posibilidad”.
Durante la noche del jueves, el propio ministro de Defensa, Iván Velásquez, condenó el homicidio del policía durante las protestas.
“El homicidio del subintendente Ricardo Arley Monroy, a quien dieron muerte sin compasión cuando se hallaba indefenso en poder de sus captores, merece el repudio general. Nada, nada, justifica este hecho cometido hoy en San Vicente del Caguán. Mi solidaridad con su familia”, expresó.
La protesta comenzó hace semanas con la toma de las instalaciones, situadas en el caserío de Los Pozos, en la localidad de San Vicente del Caguán, pero el miércoles aumentó la tensión con la quema de parte de la petrolera y la intervención del Escuadrón Movil Antiditurbios (ESMAD) de la Policía.
El alcalde de San Vicente del Caguán, Juan Alfredo Perdomo, dijo por su parte a medios locales que los manifestantes retuvieron a 76 miembros del Esmad.
Las comunidades indígenas y campesinas accedieron a las instalaciones de la petrolera para exigir sus derechos sobre la tierra que Emerald Energy explota.
Las manifestaciones comenzaron después de que, tras año y medio de espera, no se construyera la carretera prometida por las autoridades locales y por la empresa petrolera, que asignó una inversión para este proyecto, dijo Wilman Fierro, concejal de San Vicente del Caguán. “Pasó el tiempo y no se atendió esa necesidad”, agregó.
En la protesta “hay muchas comunidades involucradas”, tanto de indígenas, como de campesinos, que se calcula que lograron reunir unas 3.000 personas en el paro frente a la petrolera.
(Con inforrmación de EFE)