En el municipio de Santa Rosa de Cabal, Risaralda, la comunidad se encuentra indignada por una injusticia que se presentó con el personal del hospital San Vicente de Paul, dos mujeres en estado de embarazo fueron despedidas injustamente.
Se trata de la bacterióloga Cindy Londoño y la enfermera Valentina Castaño, madres cabeza de hogar y actualmente embarazadas; las mujeres acudirán a una acción de tutela para esta situación.
Uno de las afectadas, Valentina Castaño explicó sobre este suceso: “ante la falta de ayuda de entidades del Estado como la Personería y el Ministerio del Trabajo debimos acudir a una acción de tutela para que nos respeten nuestros derechos laborales”.
Por otro lado, el gerente del centro médico del municipio de Santa Rosa de Cabal, Javier Cárdenas Pérez, se refirió sobre la polémica que se ha generado en la región, “las funcionarias no fueron despedidas, solo llegaron en misión por parte de una empresa temporal que les impide seguir laborando en la institución”.
De esta manera, el gerente del hospital San Vicente explicó que este inconveniente lo habría generado la empresa encargada de la contratación, la que terminó el contrato de las mujeres el martes 31 de enero. Además, Javier Cárdenas pronunció que contrario a lo que se viene señalando en los habitantes del sector, el hospital viene acompañando el proceso de acción de tutela emprendido para dar celeridad ante esta situación.
Vale mencionar que, en mayo de 2022, un caso similar se presentó cuando los empleados del sector salud vinculados al hospital San Vicente de Paul, denunciaron retrasos en los pagos de sus nóminas, sino terminaciones de contrato injustificadas.
En ese momento el concejal del municipio, Fernando Chica, indicó los inconvenientes ocurrieron debido a la tercerización que vivía el personal de salud, pues son contratados por medio de empresas temporales y no directamente con la entidad, lo que facilita los incumplimientos, demoras y despidos injustificados.
“Retraso injustificado, inconvenientes con los pagos que efectúa el personal que está tercerizado que, entre otras cosas, no debería estar así, pero lastimosamente el colapso en todo el sistema de salud ha hecho que terminen tercerizados. Eso es lo que están sufriendo los funcionarios de nuestro hospital”, resaltó Chica.
Para finalizar, en abril del año pasado la Secretaría Departamental de Salud de Quindío cerró los servicios de consulta externa y urgencias del hospital San Vicente de Salud, de Salento, que contaba con servicio de ambulancia, debido a problemas sanitarios y la falta de personal que se venían registrando desde hace varias semanas.
La decisión se tomó, de acuerdo con Yenny Alexandra Trujillo Alzate, luego de haber recibido múltiples quejas ciudadanas, institucionales y de concejales, por lo que ordenó la visita del grupo de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría, que verificó las condiciones del establecimiento y el personal, la disponibilidad de insumos y la prestación de servicios en el centro médico.
“Encontramos inconsistencias y nos toca actuar porque no podemos permitir que se ponga en riesgo la vida y la salud de alguien. Se cerró por situaciones sanitarias y falta de personal, insumos y medicamentos”, dijo la funcionaria al diario El Tiempo.
La inspección arrojó falencias e inconsistencias por lo que se determinó el cierre inmediato y temporal de la institución. Además, la secretaría Trujillo anunció que ha sido activada la red de prestación de servicios en salud, con apoyo de los municipios vecinos y las EPS, para atender eventuales necesidades que en ese frente se lleguen a presentar durante las próximas horas en Salento.
Y es que, de acuerdo con denuncias ciudadanas, desde el pasado noviembre se tienen almacenados desechos hospitalarios en una bodega, ya que no fue renovado el contrato con el operador de este servicio.