En el municipio de Dadeiba, en el nororiente antioqueño, puntualmente en la vía Uramita-Dabeiba, sector conocido como La Recta, fue encontrado el cuerpo de Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, conocido como alias Siopas, que ejercía como subcomandante del Clan del Golfo.
Aquel hombre tenía un amplio prontuario criminal, por lo cual el Gobierno nacional llegó a ofrecer hasta $5.000 millones de pesos por información que conllevara a su captura. Según las autoridades, fue el responsable de múltiples asesinatos y ataques en contra de la Fuerza Pública y la población civil.
Perteneció al frente 5 de la antigua guerrilla de las FARC, bajo el mando de Noel Matta Matta Guzmán, alias Efraín Guzmán o El Viejo, durante cinco años. Luego, se desmovilizó para incursionar en el grupo paramilitar Los Urabeños, que fue la antesala al Clan del Golfo.
En ese grupo criminal, Siopas escaló rápidamente gracias a su experiencia con el manejo de explosivos, y en 2016 llegó a ser cabecilla de la subestructura Zuley Guerra, que tenía fuerte influencia en Córdoba. Posteriormente, fue nombrado como comandante de la estructura Jairo de Jesús Durango Restrepo, que influía en el suroeste de Antioquia y Chocó.
Con la extradición de alias Otoniel, el Clan del Golfo se reorganizó y Siopas pasó a ocupar el tercer lugar en jerarquía, solo por detrás de alias Chiquito Malo y Gonzalito.
Para 2022 se emitieron dos circulares Interpol en contra de este cabecilla con el fin de facilitar su captura, incluso si abandonaba el país. Además, el Gobierno dispuso de un bloque especial de búsqueda que se dedicara exclusivamente a recolectar información que permitiera dar con su paradero.
El pasado 17 de febrero, los organismos de inteligencia de la Fuerza Pública anunciaron que se encontraban en tareas de investigación, pues tenían conocimiento de que posiblemente Siopas había sido asesinado y desaparecido por sus propios hombres. Al ser encontrado, su cuerpo presentaba múltiples heridas causadas por arma de fuego y estaba en un alto estado de descomposición. Además, estaba vestido con un pantalón militar, un buzo negro y botas de caucho.
Esta situación puede estar relacionada con los conflictos internos por los que atraviesa la organización armada ilegal, que serían consecuencia de la captura de Otoniel, en octubre del 2021.
De hecho, el 28 de febrero del presente año la Fuerza Pública reportó que en Galeras, Sucre, fue encontrado el cuerpo de Omar Noguera Camacho, conocido como el Boyaco, cuarto al mando del Clan del Golfo, aunque no se conoce si existe relación entre los dos hechos, según explica El Espectador.
Con la confirmación del asesinato de Siopas habría concluido la pugna que este mantenía con Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, y José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito, sobre el dominio en la organización criminal conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo.
Según información de las autoridades, “personas cercanas a alias Chiquito Malo han permitido evidenciar que se presentaría una división del Clan del Golfo en dos grandes componentes que se desplegarían en diferentes zonas del país”.
El conflicto interno en el grupo criminal no solo perseguiría el control territorial y aumento de la capacidad militar, sino también establecer los contactos y el monopolio de los negocios con los narcotraficantes de México y Europa.
En agosto del 2022, el entonces director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas, declaró que “‘Siopas’ y ‘Chiquito Malo’ tienen peleas por unos dineros que se han hurtado varios de los cabecillas. No se están reportando las ganancias producto del narcotráfico. Hay tensión, disputa y atomización de esas estructuras. ‘Gonzalito’, con algunos delincuentes del Caribe y Magdalena Medio, también está llevando unos negocios del narcotráfico”, detalló al medio antes señalado.