En las últimas horas la Fuerza Aérea Colombiana rescató y trasladó a la capital del Valle una nutria desde el departamento de Arauca. De acuerdo con la entidad, la misión de traslado de la nutria duró más de seis horas, ya que, se tuvo que hacer un primer viaje en un helicóptero desde Arauca hasta el Grupo Aéreo del Casanare ubicado en Yopal. Luego, en otra aeronave, viajaron desde Yopal hasta la Base Aérea de Cali.
Según Carlos Galvis, biólogo y jefe de poblaciones de la Fundación Zoológico de Cali se trata de una nutria de un mes de nacida y pertenece a una especie en peligro de extinción. “Es un bebé que tiene menos de un mes, afortunadamente se encuentra estable y está respondiendo bastante bien. Esperamos que pueda contribuir al manejo poblacional de la especie”, mencionó el experto.
Respecto a la población de esta especie, el experto indicó que una vez rescatados, “entran en un programa de conservación, es decir, en una estrategia de reproducción, bajo manejo cooperativo, en el cual se garantiza que las poblaciones tengan una viabilidad a largo plazo”.
El animalito fue recibido por expertos del Zoológico de Cali, al ser una entidad profesional en el manejo y cuidado de la especie. “Fue traída al Zoológico de Cali, debido a que en esta institución somos referentes, a nivel mundial, en el manejo de esta especie, la cual requiere de unos cuidados muy especiales para que estos bebés puedan sobrevivir”, sostuvo el biólogo.
Otras misiones adelantadas para resguardar la vida de los animales en el país
Esta jornada se asemeja a una adelantada por la Armada Nacional en colaboración con la Fundación Omacha, los cuales estuvieron al frente de la liberación de dos delfines rosados en el caño Juriepe, Vichada. Los mamíferos acuáticos habrían quedado atrapados bajo nivel del río Meta, en medio de la extensa temporada seca en la región.
Y a uno más que desarrolló en abril del 2022, cuando la Armada Nacional y la Fundación se unieron para liberar a un ejemplar de delfín rosado, que se encontraba en riesgo de muerte, integrantes de la Armada trasladaron al ejemplar a bordo de una unidad fluvial a una zona del río con mayor caudal. El proceso contó con el acompañamiento de integrantes de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía, Corporinoquia y la Universidad Nacional de Colombia.
Según la Fuerza Naval de las Fuerzas Militares de Colombia, el delfín permanecía varado en un sector cercano a la vereda Barrancones, ubicada en el municipio de Arauca y en el que los niveles del caudal disminuyeron durante esta temporada más de lo habitual debido a la temporada de verano.
La ciudadanía se encargó de informar a las autoridades, quienes, al llegar al lugar procedieron a realizar una valoración al animal, y aseguraron que este se encontraba en buen estado. Por ello, se tomó la determinación de ordenar su traslado hasta un lugar cercano de la vereda Monserrate, donde fue liberado.
La especie liberada es conocida científicamente como “Inia geoffrensis” y “Tonina” en el oriente del país. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) la ha catalogado en peligro de extinción.
Para septiembre del 2022 dos delfines de la especie Sotalia Guianensis fueron liberados gracias a la Corporación Autónoma Regional del Magdalena y el Acuario del Rodadero, en Santa Marta. La hembra adulta y el macho juvenil, que comúnmente se conocen como delfines grises, fueron avistados 18 días atrás por pescadores de la región en el área de Don Diego en Santa Marta.
Aparentemente los delfines tenían dificultades en medio del mar, por lo que un equipo técnico del Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Marina y el Acuario del Rodadero acudió a la zona.
Después de seis horas de búsqueda en el mar, los expertos encontraron a un delfín pequeño enredado en una red de pesca flotante que estaba a la deriva. El individuo, además, estaba acompañado de una hembra.
Debido al estado de salud, el quipo lo trasladó hasta el Centro de Atención CAVR para valorarlos e iniciar tratamiento y rehabilitación. Gracias a las muestras sanguíneas se determinó que los animales sufrían de una fuerte infección gástrica y pulmonar.
Cada tres días se estuvo monitoreando a los ejemplares y con el pasar de los días se notó una mejoría, luego de un exitoso proceso de recuperación, los desfiles pudieron regresar a su hábitat natural en el mar.