La familia de Robinson Ferney Morales se ha visto obligada a vivir su duelo, sin el cuerpo del joven en territorio colombiano, a tal punto que no les quedó de otra que pedir ayuda para poder repatriar sus restos.
Robinson, de 26 años, viajó a los Estados Unidos en octubre del año pasado (2022) para probar suerte en la ciudad de San José, al norte de California. Tal y como lo había hecho unos años antes en España.
“Él había llegado a Estados Unidos hacía cuatro meses y trabajaba como domiciliario para ayudarnos económicamente, ya que, a pesar de mi complicado estado de salud, casi con 60 años respondo por mi mamá de 90 años y mi hija que acabó de salir del colegio”, comentó en entrevista para RCN Radio la madre del joven, María Ascensión Ramos.
Sin embargo, en la madrugada del domingo 19 de febrero, Robinson sufrió un accidente de tránsito en el que perdió la vida. Hacia las 3:40 - 3:45, hora local, fue arrollado por una camioneta Lexus, mientras intentaba cruzar la calle Curtner.
Después de salir de fiesta intentó que alguien lo acercara hasta su casa, pero, al no recibir una respuesta decidió caminar. De acuerdo con el reporte de la Patrulla de Caminos de California, el hombre que lo atropelló se quedó en la escena y colaboró en todo momento con las autoridades.
“Yo me comunicaba con él todos los días (…) no comunicábamos en las tardes. El viernes nos hablamos hasta las 10:00 u 11:00 de la noche. Pero no pude volver a comunicar con él, así que dije: ¿Qué pasara con mi hijo? Me dijo que nos hablábamos el sábado y no me llamó ese día ni, tampoco, el domingo”, describió su madre, en el noticiero Arriba Bogotá.
Notó como alguien leía los mensajes desde su celular, pero nunca le respondían, hasta que lograron comunicarse con su compañero de cuarto, Edwin Rivas y él les contó la noticia.
Pese a esto, el viacrucis de su familia hasta ahora iniciaba, la repatriación del cuerpo de Robinson cuesta cerca de 35 millones de pesos. Dinero con el que, lamentablemente, no cuentan, tal y como indicósu hermana, María Gladis Galindo.
En busca de oportunidades
Antes de perseguir el sueño americano, Robinson y su familia fueron desplazados por la violencia. Cuando era apenas un niño, tuvieron que salir del municipio de Puerto Concordia, en el Meta, rumbo a San José del Guaviare.
Allí lograrían establecerse y, años después, conocería a la madre de su hija, de 7 años, que por el momento no hace más que preguntar por qué no puede hablar con su padre: “Mi papito, mi papito, me pregunta todo el día y que cuándo vamos a volver a verlo y le digo que lo vamos a volver a ver, así sea muerto, pero lo vamos a ver”, lamentó María Ascensión en conversaciones con el medio estadounidense, Univsion.
¿Cómo traerán su cuerpo a Colombia?
Luego de conocer cuánto dinero necesitaban para repatriar los restos de Robinson, Juan Carlos (amigo), Edwin (compañero de cuarto) y Gladis (hermana) crearon una campaña en el portal Gofundme, para reunir cerca de 17.000 dólares, con los que podrán cubrir los gastos.
Fielmente creen que “entre todos es mucho más rápido lograr que el cuerpo de Robinson llegue a su país” y por eso decidieron llamar a la iniciativa ‘Juntos es posible repatriar a Robinson Morales’.
Para participar de ella pueden realizarse donaciones, a través del siguiente enlace: https://gofund.me/90a625c4 o a través de Nequi o Daviplata al número 3227089699, a nombre de María Gladys Galindo Ramos.
Al final de la campaña agradecen “la ayuda de todos con la familia Morales Ramos en este proceso tan difícil” y hablan sobre lo importante que sería para “sus seres queridos, amigos y personas cercanas poder despedirlo en cuerpo por última vez”.