“No fueron afortunadas sus palabras”: frailes dominicos sobre sacerdote que dio sermón contra la cultura paisa

La comunidad religiosa de fray Fernando Piña señaló que lo que buscaba era advertir de los peligros del pecado que padecen los fieles

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Los comentarios del sacerdote generaron
Los comentarios del sacerdote generaron molestia entre los asistentes. Uno de ellos, mientras intentaba hablar para manifestarle su desacuerdo, recibía sobre su cuerpo el agua bendita que el sacerdote lanzaba

No para la controversia por el sermón que pronunció el Fray Fernando Piña, custodio del cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, en el municipio homónimo en el departamento de Boyacá, donde criticó duramente a la cultura paisa que según el tiene líderes para el bien y para el mal, diatriba que se conoció el lunes 27 de febrero, luego de que se hiciera viral el video donde se le ve haciendo el señalamiento.

Ante la polémica que provocó, que por supuesto generó una profunda indignación a las personas que se autorreconocen como paisas, a través de la cuenta de Twitter del santuario boyacense publicaron un comunicado en el que los frailes dominicos, congregación del mencionado religioso, calificaron de desafortunadas la palabras del sacerdote.

“No fueron afortunadas sus palabras, especialmente en el contexto de la Santa Misa y ante una audiencia de fieles proveniente de muchas partes del país. Con justa e indiscutible razón, el grupo de peregrinos antioqueños se sintió ofendido y así lo expresó en el recinto de la basílica y luego en las redes sociales”, afirmaron en la misiva.

No obstante, recordaron que el contexto en el que Piña pronunció sus desobligantes expresiones en contra de los paisas se dieron desde la homilía del primer domingo de cuaresma donde se rememoraba la travesía de Jesús de Nazareth por el desierto y las tentaciones a las que estuvo expuesto, según el relato bíblico.

“Entre los ejemplos que usó (...) se refirió a la cultura paisa, digna de reconocimiento y admiración, pero a la vez afectada por vicios y pecados que, por otra parte, hoy son comunes en nuestras sociedades”, indicaron.

También aseguraron que luego de este impasse, el sacerdote se sintió bastante afectado ya que no quería causar una controversia como la que desató, si no que buscaba advertir a los fieles de los peligros del pecado.

“El padre Fernando se siente afligido por el daño que pudo causar, sin otra intención que advertir los riesgos que en el día acechan al creyente y se dispone a dar excusas a los peregrinos lastimados por sus comentarios”, reseñaron.

Finalmente afirmaron que el incidente también conlleva a que se haga una reflexión en la forma en que se hace uso de los medios que utilizan en esa comunidad católica para transmitir sus mensajes.

El pronunciamiento del religioso fue tildado de xenófobo y discriminatorio, porque entre otros señalamientos, afirmó que las personas de esa zona el país las encargadas de distribuir drogas en Colombia.

“¿Dónde hay universidad para prostituirse? En Medellín. Más de 1.000 estudiantes para desnudarse. Lo montó un paisa. El paisa puede vender el pecado como bueno (...) Quién distribuye el microtráfico en Colombia? Los paisas, porque hacen ver el pecado como bueno. Los mayores líderes espirituales y mejores católicos también están allá. También me le quito el sombrero a ellos”, sostuvo en uno de los apartes de su sermón.

Los comentarios del sacerdote generaron molestia entre los asistentes. Uno de ellos, mientras intentaba hablar para manifestarle su desacuerdo, recibía sobre su cuerpo el agua bendita que el sacerdote lanzaba. “Nos vamos con el corazón destrozado. Nos vamos humillados, destrozados porque de su boca solo salió agravio para los paisas. Las mujeres son prostitutas y los hombres somos narcotraficantes. ¿Usted cree que es bueno hacer énfasis en lo malo de Medellín?”, aseguró.

“Respete, usted no parece un padre, venimos desde Medellín 70 peregrinos acá para llevarnos una buena imagen, una bendición para que usted llegue no más a agraviar a los paisas”, se le escucha decir a otro de los asistentes de la celebración eucarística del domingo 26 de febrero en el Santuario Mariano Nacional de Chiquinquirá.

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