El regreso del uso de tapabocas, esta vez, corre por cuenta de la mala calidad del aire que está experimentando la capital del país, con el fin de evitar afectaciones en la salud de los ciudadanos.
De acuerdo con un análisis realizado por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible - FCDS, la principal razón que llevó a que las autoridades del Distrito impusieran las medidas de cuidado tiene que ver con la contaminación atmosférica, la cual está incrementando debido a incendios forestales registrados, principalmente, en la Orinoquía y la Amazonía.
La investigación de la Fundación reveló que desde el viernes 24 de febrero se han registrado más de 10.000 focos de incendios en las dos regiones. En la Orinoquía fueron más de 9.600, mientras que en la Amazonía fueron 530. Aseguran que la afectación se desplaza a Cundinamarca y otras ciudades del país como Tolima y Antioquia.
En este sentido, y tras revisar datos obtenidos por el sistema de monitoreo de incendios planetarios Global Forest Watch, revisión de satélites y sensores, y el Instituto Nacional de Pesqui Especiais de Brasil - INPE, la Fundación llegó a la conclusión de que la afectación del aire en Bogotá se debe al aumento de los incendios.
De hecho, mencionó que:
“Estas quemas arrojan a la atmósfera material particulado PM2,5, el cual es transportado por los vientos y viaja miles de kilómetros hasta llegar a ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga, donde afecta la calidad del aire y por ende la salud humana”.
En una publicación en su cuenta de Twitter mencionaron que: “Tras la emergencia ambiental declarada en Bogotá, para la FCDS, este tipo de alertas por los efectos de los incendios regionales evidencian que lo ocurrido en los bosques amazónicos y sabanas de la Orinoquia repercute en toda la población colombiana”.
El comunicado emitido por la Fundación declaró que desde el 24 de febrero se registró la presencia de una “nata gris” que se ubica en el territorio capitalino desde las primeras horas de la mañana. Aseguró que cubre sitios como los Cerros Orientales y los edificios más altos de Bogotá.
Por otro lado, la FCDS también mencionó que hay concentración de material particulado PM2,5 y que este pasó por el sur del Meta, Putumayo, Guaviare y Vichada, lugares de emisión importantes en los que se registraron incendios forestales durante las últimas semanas.
“Es decir que los habitantes de estas regiones también deben estar en alerta por los niveles de contaminación. El material particulado PM2,5 se puede acumular en el sistema respiratorio y está asociado con numerosos efectos negativos sobre la salud”.
Declaran alerta ambiental y medidas de protección
La mala calidad del aire en la capital del país ha despertado las alarmas de las autoridades, quienes a su vez, habían anunciado ese 24 de febrero la alerta fase 1 en la capital, luego de que las 19 estaciones de monitoreo registraran altas concentraciones de material particulado. Estos datos se obtuvieron de localidades como Ciudad Bolívar, Kennedy, Fontibón, San Cristóbal y Tunal.
Aunque si bien hasta el momento no se habían emitido medidas restrictivas para los residentes de la capital, el no mejoramiento del aire obligó a que las autoridades tomaran las primeras acciones para los ciudadanos.
En relación con las medidas se anuncia el uso de tapabocas en el transporte público de la capital (buses de Transmilenio y SITP, buses intermunicipales, vagones de metrocable), así como en instituciones educativas. Además, se dictó que en los colegios no se deben realizar actividades al aire libre entre las 6:00 y las 10:00 de la mañana, tiempo en el que se registra la más alta concentración de contaminación.
El anuncio lo dio Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de Bogotá, quien también solicitó a la comunidad educativa que permitan la no asistencia de niños y niñas que tengan síntomas de cualquier tipo de enfermedad respiratoria. Sin embargo, en caso de que sea absolutamente necesario, deberán hacerlo usando tapabocas.