Una angustiante situación está afrontando el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, debido a hostigamientos y amenazas que está recibiendo, aparentemente por un operativo de seguridad llevado a cabo el pasado fin de semana en la capital santandereana.
Durante el domingo 26 de febrero cerca de 90 motocicletas fueron inmovilizadas debido a que estaban siendo utilizadas para carreras ilegales, más conocidos como piques, en la zona metropolitana de Bucaramanga por lo que las autoridades de Tránsito debieron hacer presencia.
Al respecto el comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, el general José James Roa indicó del operativo: “Se logró evidenciar que alrededor de 600 motociclistas, de acuerdo con la verificación de drones estaban en estas actividades, estuvimos haciendo seguimiento e inmediatamente en el que desplegamos un operativo y pese a que trataron de evadir las autoridades llegamos a todos los lugares”.
Al parecer está habría sido la razón para que inescrupulosos amenazaran al mandatario bumangués, precisamente a través de su cuenta de Twitter, Juan Carlos Cárdenas, denunció la situación: “Por hacer cumplir la ley mi familia y yo hoy recibimos amenazas. He puesto en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación los hechos”.
De igual forma el alcalde de la capital de Santander mencionó que pese a los hostigamientos continuara llevando a cabo su labor y autorizando los operativos en contra de la ilegalidad: “los operativos contra piques ilegales y bandas delincuenciales continuarán para garantizar la seguridad y convivencia ciudadana. En BGA la vida es sagrada!”.
También compartió el mensaje en el que el desadaptado lo amenazó junto a su familia: “No tiene nada mas que hacer que quitar motos, hágale que usted tiene familia y vamos por ella”.
Las autoridades continúan brindándole acompañamiento al alcalde junto a su familia, de igual manera trabajan en labores de inteligencia para establecer quién fue el responsable de haber amenazado al alcalde Cárdenas.
Conflagración de llamas en Bucaramanga
Un gran incendio se presentó en la madrugada del 26 de febrero en una recicladora de cartón y plástico ubicada en el barrio Girardot, de Bucaramanga, en la calle 31 con carrera 7. Por fortuna no se presentaron heridos, pero las pérdidas económicas ascienden a los 50 millones de pesos. Un taller de la latonería y pintura cercano resultó afectado.
“Es un depósito bastante grande donde reciclan canastas plásticas, botellas y diferentes materiales como cartón, plástico, botas, entre otras cosas. En este lugar trabajan 15 personas y también resultó afectada una camioneta y un camión. El incendio también afectó un taller contiguo de latonería y pintura y se afectaron tres vehículos”, indicó Edgar Ochoa, teniente de Bomberos de Bucaramanga.
Para atender la emergencia, fue necesario emplear un carrotanque, tres carros de bomberos y 18 unidades bomberiles para acordonar el sitio. En el lugar donde se presentó el incendio se almacenaban canastillas de plástico, botellas y materiales reutilizables. “En este sitio trabajan 15 personas, usualmente”, explicaron los bomberos.
“También se rescataron unos animalitos que estaban al interior de los talleres y ya estamos en la etapa de liquidación. El propietario de la recicladora está solicitando que se investiguen las causas del incendio, entonces estamos acudiendo a la autoridad correspondiente”, agregó el teniente Ochoa.
De acuerdo con los funcionarios, la Fiscalía General de la Nación investigará para determinar las causas del incendio, teniendo en cuenta que el propietario de la recicladora le pidió un reporte a las autoridades de las causas que ocasionaron la conflagración. “Estamos acudiendo a las autoridades correspondientes para que se haga la investigación”, dijo Bomberos de Bucaramanga.
Este hecho hace recordar al incendio ocurrido en diciembre pasado también en Bucaramanga, en el que al menos seis personas resultaron lesionadas luego que una fábrica de calzado resultara afectada por el fuego.
La conflagración se registró en el noroccidente de la capital santandereana. Si bien, se presumía en un inicio que se trataba de un pequeño incendio, con el paso de los minutos se convirtió en una arrasadora llamarada que aterrorizó a las personas que se encontraban en el lugar.