Las cifras de feminicidios en el país no paran de crecer. Para el segundo mes del año en curso, de acuerdo con las autoridades, ya se contabilizan 28 muertes violentas de mujeres. El año pasado, por el otro lado, cerró con 612 decesos, según lo expuesto por el Observatorio Colombiano de Feminicidios. Este tipo de agresiones no solo dejan ver el complejo panorama de lo que significa ser mujer en Colombia, sino que también expone otras realidades. Durante el 2022, a causa de los feminicidios ocurridos, unos 210 niños quedaron huérfanos.
Según la organización Feminicidios Colombia, mientras que en el 2021 quedaron sin mamá unos 207 niños, la cifra ascendió en tres para el 2022. “El Estado no tiene una política pública específica para los niños, niñas y adolescentes huérfanos de feminicidios, que en su mayoría se quedan sin padre, pues sus padres terminan o en la cárcel o suicidándose”, comentó Yamile Roncancio, directora de la entidad, en testimonios rescatados por el noticiero del Canal Caracol.
“La lógica social es: ella ya está muerta, ella no importa. Ni piensan en la justicia que se necesita para ella ni piensan en sus niños, en sus niñas, en las familias que tienen el dolor que queda después de eso”, añadió Roncancio, abogada y magister en Derecho Administrativo, en la intervención que hizo ante ese portal informativo.
De acuerdo con las cifras del Observatorio, para el año 2022, el mes en el que más hubo feminicidios, fue en abril, cuando se registraron 67. El que menos tuvo fue junio, con 34. Las regiones del país en las que más se presentaron feminicidios en el año 2022, en ese orden, fueron el Valle del Cauca, con 95 casos; Antioquia, con 88; Bogotá, con 82; Atlántico con 47; y Cauca con 39.
Siguen en la lista los departamentos de Santander, Magdalena y Bolívar, que tuvieron 24 feminicidios cada uno. En el 2021, según las cifras de las autoridades, en el país fueron asesinadas 622 mujeres.
La representante a la Cámara por la Alianza Verde, Carolina Giraldo, se sumó al testimonio de Roncancio, y detalló que los niños huérfanos de los feminicidios “terminan siendo absolutamente desamparados”.
“Necesitan, primero que todo, auxilios psicológicos. Muchas veces, como terminan con la madre muerta y el papá en la cárcel, terminan sin proyecto de vida o con un proyecto de vida muy desbaratado”, comenta la también historiadora y politóloga, Carolina Giraldo.
En medio de una entrevista otorgada a RCN Radio, a mediados del año 2020, el comunicador e investigador social Yeiver Rivera, autor del libro ‘Ni una más, Ni una menos, la ruta al feminicidio’, explicó qué hay detrás de este fenómeno.
“El feminicidio, en estos aspectos, contempla una doble tragedia para la sociedad. No solamente es la pérdida de una nueva mujer, que de por sí ya es un hecho doloroso y aberrante, sino el desamparo en el que quedan sumidos sus hijos, quienes, al no contar con la protección del Estado, tampoco tienen asegurada una ayuda económica para continuar con su desarrollo social”, detalló en su charla con la emisora.
“Los menores se convierten en víctimas directas del delito ya que la protección de sus madres se ha perdido para el resto de sus vidas, conllevando a no tener un desarrollo familiar y social óptimo que ocasionará, muy seguramente, problemas en su entorno familiar, académico y psicosocial (...) los niños se han convertido en personas invisibles para el Estado y la sociedad en general, quienes únicamente ven y se alarman ante el aberrante hecho del feminicidio, pero que desconocen y olvidan a las víctimas directas quienes quedan proclives a crecer en espacios no adecuados para su desarrollo”, concluyó.