El preacuerdo con el que menores entre los 0 y 2 años podían acompañar a sus madres, mientras se desempeñan como vendedoras ambulantes en Medellín, tendrá que renegociarse, después de que el alcalde, Daniel Quintero reiterara que no aceptará la instrumentalización de niños por caciques indígenas en la ciudad.
Desde un principio, el mandatario fue claro al decir que esto no se permitiría: “no voy ceder: una comunidad indígena (saben que los respeto) me pide que los deje usar sus niños para pedir plata, trabajar, hacer bailes a extranjeros hasta altas horas de la noche. En Medellín esto no está y no estará permitido”.
Sin embargo, el 26 de febrero, voceros de la comunidad indígena, la alcaldía de Medellín, la gobernación de Antioquia, el ICBF, la Unidad para las Victimas, la Procuraduría, la Defensoría y la Personería firmaron un preacuerdo en el que se establecía un horario –lunes a sábados de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde– para que, niños y niñas hasta los dos años pudieran acompañar a sus madres mientras estas ofrecían sus artesanías en las calles.
Pese a esto, el alcalde insistió: “Yo no acepto ningún acuerdo en el que los niños sean instrumentalizados. De ninguna manera. La instrucción que he dado como alcalde es muy clara, no puede haber menores siendo utilizados para la mendicidad en la ciudad, punto. Esa es una decisión clara y puntual”.
En el documento se contemplaba la lactancia y el cuidado integral de los menores, pero el mandatario decidió rechazarlo y devolverlo , ya que, “ningún acuerdo que se haga en un sentido diferente, será aprobado por él, porque no puede aceptar que se utilicen los niños para vender artesanías o para mendigar”, reveló una fuente de la alcaldía para Infobae Colombia.
Y es que, de unas cuantas semanas para acá, se volvieron una constante las denuncias de mujeres de la comunidad Emberá Katio que eran llevadas a estaciones de Policía por vender sus productos, acompañadas de sus niños de brazos, en las calles.
Quintero; sin embargo, permanece inflexible. Le ordenó a su equipo de trabajo que vuelva reunirse con los lideres de la comunidad para renegociar, mientras las 193 familias de indígenas que quieren regresar a sus territorios, logran salir del Coliseo Carlos Mauro Hoyos.
El documento precisaba:
La Alcaldía Distrital de Medellín apoyará la generación de ingresos por parte de la población Emberá, mientras se da su retorno al Alto Andágueda y también para quienes decidan adelantar su proceso de integración en el Distrito de Medellín, sin que esto implique el ejercicio de la mendicidad, pedir limosna o recibir dinero por parte de los niños, dada la prohibición de trabajo infantil establecida en la Ley 1098 Código de Infancia y Adolescencia y para evitar que haya uso, utilización, instrumentalización o en general vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes. Para ello, la Alcaldía de Medellín a través de la Subsecretaría de Espacio Público habilitará “corredores ancestrales con enfoque diferencial en los sitios definidos por el Distrito de Medellín y en el horario acordado con la comunidad: entre las 8:00 AM y las 6:00PM de lunes a sábado. Se excluye el domingo en el presente acuerdo. El funcionamiento de los “corredores ancestrales con enfoque diferencial” se realizará bajo los siguientes lineamientos acordados con la comunidad Emberá Katio.
1) Solo podrán venderse productos lícitos, no se podrán vender bebidas alcohólicas.
2) Las ventas de comidas deberán reunir los requisitos establecidos en la Ley.
3) Los únicos niños que pueden permanecer en puntos de venta son los menores hasta los 2 años con su madre, en razón de la lactancia y el cuidado integral del niño o niña.
4) Estos niños hasta los dos años deberán estar acompañados siempre de su madre.