Un año de la sentencia C-055: logros, barreras existentes y el papel de la prensa en la despenalización social

En diálogo con Infobae Colombia, Catalina Martínez Coral, integrante del Movimiento Causa Justa, recordó cómo se vivió ese 21 de febrero de 2022 en las inmediaciones a la Corte Constitucional antes, durante y después de conocerse el histórico fallo

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De acuerdo con Catalina Martínez
De acuerdo con Catalina Martínez Coral, integrante de Causa Justa y directora del Centro de Derechos Reproductivos, falta una tarea fundamental y es la despenalización social del aborto en el país. Infobae (Jesús Avilés)

Una marea verde recorrió gran parte de Colombia el 21 de febrero de 2022. El epicentro fue la calle que queda justo al frente de la sede de la Corte Constitucional, tribunal que ese día emitió la sentencia C-055 que despenalizó el aborto hasta la semana 24. Esa decisión puso al país en el liderazgo regional sobre el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas gestantes y su derecho a decidir sobre la Interrupción Voluntaria de un Embarazo —IVE—.

Miles de mujeres en el país celebraron el histórico fallo de la Corte, y una de ellas fue Catalina Martínez, integrante del movimiento Causa Justa, el mismo que presentó la demanda que derivó en la sentencia. En diálogo con Infobae Colombia, la también directora del Centro de Derechos Reproductivos rememoró lo ocurrido ese 21 de febrero, los avances logrados y las barreras que aún están presentes luego de la decisión del órgano judicial, y su perspectiva que tiene sobre los avances que tendía su implementación en caso de aprobarse el proyecto de reforma a la salud.

La decisión de la Corte Constitucional se conoció el 21 de febrero de 2022 en la tarde. ¿Recuerda lo que ocurrió esa mañana dentro del movimiento, qué expectativas tenían?

Claro que lo recuerdo perfectamente. Nosotras desde el movimiento habíamos tomado la costumbre de que cada vez que la Corte iba a discutir el caso de aborto nos movilizábamos y hacíamos un plantón frente a la Corte Constitucional con diferentes finalidades: informar, socializar y de alguna forma, hacer presión. De hecho, llevábamos muchos meses en eso, pero ese lunes nosotras no teníamos una expectativa enorme de que la Corte fuera a decidir ese día porque precisamente, hubo muchas oportunidades para que se discutiera y nunca había tomaba la decisión.

De hecho, yo ese día no llegué temprano a la Corte, sino que me quedé en casa. Recuerdo que de repente empezó a transcurrir la mañana y me empiezan a llegar mensajes tipo “parece que la Corte sí va a decidir y te tienes que venir ya para el Palacio de Justicia porque parece que sí decidieron”. Yo en ese momento pido un Uber y salgo para allá. En el camino me escriben “pero es que la Corte va a decidir despenalizar —el aborto— solo hasta la semana 13”, y lo que queríamos nosotras era la eliminación total del delito y, entonces, el chisme que andaba era que se iba a despenalizar hasta esa semana lo cual no tenía ningún tipo de fundamento.

Y cuando empezó a transcurrir más la tarde la calle que da al Palacio de Justicia estaba bastante llena. Había también un pequeño plantón de gente que se oponía a la decisión y el resto era una marea verde increíble que cada vez se llenaba más hasta que de pronto nos dijeron “ya se tomó la decisión y despenalizó hasta la semana 24” y nosotras empezamos a celebrar, saltar y empezamos a publicar desde nuestras cuentas personales y de repente nos dijeron “no, parece que todavía no se ha votado la decisión [risas]... Nosotras empezamos a borrar lo que ya habíamos publicado.

(...) Fue un embolate tremendo pero bueno, yo creo que también se debió un poco a la emoción que se vivía, ¿No? Es decir, era muy emocionante estar todas movilizadas ahí y saber que había llegado un montón de personas e incluso mujeres que no hacían parte del movimiento. Ese día también empezamos a ver una opinión pública favorable y cuando conocimos la decisión la gente que había ahí se triplicó. Llegaron periodistas, otras personas y también gente que salió de las universidades y llegó al lugar. Ese fue un momento realmente especial.

¿Qué balance puede hacer de este primer año de la sentencia?

Yo creo que ha sido positivo en diferentes áreas. Primero hay un balance muy positivo frente al compromiso del Gobierno en la implementación de la decisión, en el sentido en que hemos podido trabajar de la mano con el Ministerio de Salud para sacar políticas públicas que conformen un protocolo sobre el fallo de la Corte. Por ejemplo, la última resolución que emitió el Ministerio en la que expone un marco regulatorio para que las y los profesionales de la salud a lo largo del territorio conozcan la decisión y también sepan cómo debe ser aplicada. Esa ha sido una muestra enorme de compromiso en la implementación que se volvió muy necesaria precisamente para que la sentencia no se aplique en las grandes ciudades, sino que, adicional a eso, tengamos unas reglas claras de cómo debe hacerse —una IVE— en todo el territorio, incluyendo los centros de primera categoría de atención.

Para mí, esa ha sido una muestra muy positiva de cómo va la implementación. Por otra parte, si bien no tenemos todavía cifras oficiales de cuántas mujeres han acudido al procedimiento desde que salió la decisión, lo que sí tenemos es un análisis micro de Oriéntame, los cuales muestran que después del fallo ha atendido a cerca de 11.600 mujeres, cifra muy similar a la del año anterior; es decir, no crece tanto esa medida. Vemos también que la gran mayoría de mujeres han acudido al servicio en las primeras etapas de gestación, puntualmente en las primeras 12 semanas, lo cual es una muestra también de que, cuando se les abre el sistema a las personas, estas llegan a tiempo.

Otra cosa que a mí me llamó mucho la atención de esos primeros hallazgos de Oriéntame, es que la gran mayoría de mujeres que acuden a una IVE lo hacen a través de sus EPS, lo cual habla muy bien de que, cuando el marco regulatorio se amplía, el sistema de salud empieza a abrirles las puertas de la mejor forma.

Ahora bien, este es un ejemplo muy específico de una prestadora del servicio y creo que es importante reconocer que quizás la implementación que se da en las grandes ciudades no es la misma a lo largo del territorio. En ese orden, hay que encender una alarma para avanzar en la implementación en esas zonas para que las mujeres que históricamente han encontrado obstáculos y barreras para acceder al servicio, no lo sigan haciendo bajo el nuevo marco legal que es uno de los grandes vacíos.

Adicional a eso, ha sido muy valioso que el movimiento Causa Justa se ha mantenido y fortalecido en este primer año de implementación de la decisión, porque efectivamente nosotras entendemos que ese fallo de la Corte y el cambio legal es absolutamente importante, pero lo es más el hecho de lograr lo que nosotras hemos llamado ‘la despenalización social del aborto’. Esto implica seguir generando conversación nacional sobre este tema, seguir formando, sensibilizando para que llegue a diferentes partes de la sociedad para ir derribando estigmas... Ese es un trabajo que va a tomar muchísimos años.

De acuerdo con Causa Justa,
De acuerdo con Causa Justa, en marzo será publicado un informe sobre el acceso a la IVE desde el fallo proferido por la Corte Constitucional. Cortesía (Causa Justa)

Bajo ese panorama, ¿qué tan lejos nos ve como sociedad para lograr esa despenalización social?

Yo sí pienso que toda la discusión que se dio sobre el aborto durante los dos años de litigio y lo que se sigue dando hoy en día, nos está permitiendo tener mayor favorabilidad frente al tema. Es decir, yo sé que cuando salió la decisión se hizo una encuesta en la que preguntaron si estaban de acuerdo con que las mujeres abortaran hasta la semana 24. Un 80% de personas dijeron que no. Sin embargo, nosotras desde el movimiento creemos que también era muy difícil responder de otra forma una pregunta que estaba tan conducida frente a las 24 semanas porque daba a entender que todas las mujeres iban a esperar hasta esa semana para abortar, cuando en realidad no es cierto.

Antes de que se hiciera esa encuesta e incluso antes de que saliera la decisión, Cifras y Conceptos había hecho otro sondeo en el que la pregunta fue que, si la sociedad colombiana estaba de acuerdo con que una mujer fuera a la cárcel por abortar, y más del 60% de personas dijeron que no. Entonces creo que hay una manera de, efectivamente, seguir informando y explicando a la sociedad sobre la importancia de este tema, así como de seguir creciendo en favorabilidad.

Por eso es que es vital la forma en que se cubren las noticias, qué tipo de información se da, cómo se formulan este tipo de preguntas para que podamos estar midiendo a la opinión pública de una manera mucho más aceptada.

Antes de conocerse la sentencia se hablaba de que una de las barreras de acceso iba a ser puestas por una parte del gremio médico que está en contra de la despenalización de la IVE así como la falta de cobertura en salud en territorios apartados. ¿Qué otras barreras se pueden seguir presentando tanto en zonas rurales, como urbanas?

Creo que las barreras siguen siendo muy similares a las que aparecían antes en el modelo de causales —sentencia C-355 de 2006— y estas pueden clasificarse en tres tipos: en el primero están aquellas relacionadas con la falta de información, porque incluso hay un imaginario de que el procedimiento no se da porque todos los médicos se oponen, y eso no es cierto. Esa barrera tiene que ver más en cómo logramos que la decisión y las resoluciones que ha emitido el Ministerio de Salud sobre la decisión sean efectivamente difundidas en el territorio nacional a través del mismo sistema de salud para que las y los profesionales tengan conocimiento y sepan cuál es el nuevo marco legal que rige frente al aborto.

Un segundo tipo de barreras está relacionado con la falta de medicamentos y de la capacitación necesaria al personal médico. En esto también tiene que haber un compromiso del Estado para lograr que nunca tengamos un desabastecimiento de medicamentos. Finalmente, el tercer grupo de barreras están más ligadas con el estigma que sigue existiendo frente al aborto, lo que genera, en muchas ocasiones que personas que son objetoras de conciencia no puedan realizar este procedimiento porque sus valores más ´íntimos’ se lo impiden y creo que en este punto es muy importante que se recuerden cuáles son las reglas de juego frente a la objeción de conciencia.

Lo último que yo diría sobre las barreras es que, más allá de las objeciones, también existen malos tratos por parte del personal médico a las pacientes que están buscando acceder a este servicio y en ese caso tenemos que recordar los principios de no violencia y no discriminación en el ámbito de la salud.

¿Qué tanto cree que puede afectar o beneficiar la aprobación del proyecto de reforma a la salud al cumplimiento de la sentencia?

Honestamente, apenas estoy leyendo el proyecto, pero hay algo que sí quisiera resaltar por lo que he leído y hemos conversado dentro del movimiento y es que pareciera que al menos esta reforma busca fortalecer de alguna forma la atención primaria en los servicios de salud en general. Sin lugar a dudas esto va a generar un impacto importante en el acceso al servicio de aborto, más allá de que el término no esté específicamente nombrado, sí está incluido todo lo relacionado con una ley sexual y reproductiva y, lo que le hemos recordado al sistema de salud y a las autoridades es que tienen que tomar políticas públicas y hacer leyes sobre este tema.

El servicio de aborto es uno que tiene que estar disponible en el primer nivel de salud y los profesionales de esta área tienen que estar capacitados para brindar ese servicio. Si la finalidad de la reforma es fortalecer este sector de la salud, pues efectivamente creemos que este tema tiene que ser importante para incluirse en la reforma.

¿Cómo cree que los medios de comunicación podemos contribuir no solo para despenalizar socialmente el aborto en Colombia, sino también para eliminar las barreras de acceso?

Es fundamental ver cómo se cubren las noticias a fin de que se pueda entregar una información imparcial, objetiva, infundada en el derecho y que nos permita conocer las voces de las personas expertas que han trabajado este tema. Sobre las barreras creo que es importante cubrir noticias para difundir lo que está pasando; por ejemplo, cuando salió la resolución del Ministerio de Salud, yo decía “bueno, mandémosle esto a la prensa” y las personas de comunicaciones me decían “pero es que esto no es noticioso” y yo creo que no importa si es o no noticioso en el sentido de que poder difundir lo que existe en una resolución de este tipo que muestra un camino y las reglas de juego sobre cómo va a ser el acceso al servicio de aborto es fundamental.

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